La Policía británica detuvo a cinco personas en relación con el atentado de Mánchester reivindicado por el yihadista Estado Islámico y confirmó que el autor era parte de un grupo.
Además, un hermano y el padre del principal sospechoso, el británico de origen libio Salman Abedi, muerto en el atentado, fueron capturados en Libia, reveló un allegado de la familia.
“Está claro que estamos investigando una célula”, expresó a la prensa el comandante de la Policía de Mánchester, Ian Hopkins, cuando le preguntaron si estaban buscando específicamente al hombre que fabricó la bomba que mató a 22 personas e hirió a 59, al final de un concierto de Ariana Grande.
Poco después, las autoridades británicas anunciaron la quinta detención en relación con el caso, en Wigan, en las inmediaciones de Mánchester.
“Cuando el hombre fue arrestado llevaba un paquete que estamos examinando”, precisó el jefe de la Policía.
Unos mil soldados se desplegaron por el país, principalmente en Londres, después de que el Gobierno activara el máximo nivel de alerta terrorista, “crítico”, que significa que un atentado es inminente.
Simultáneamente, iban conociéndose más nombres de víctimas. Niñas, adolescentes, padres que iban a buscarlos… Los rostros e historias de los fallecidos aumentaban la consternación.
“Maldad pura” (The Sun) y “Vidas jóvenes robadas por el terror” (The Guardian) eran parte de las portadas de los diarios ilustradas con fotos de las personas afectadas.