El nuevo presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, consideró alta la posibilidad de enfrentamientos militares fronterizos con Corea del Norte, después de que las tensiones se agravaran en la península, debido a las ambiciones nucleares de Pyongyang.
Moon, investido la semana pasada, alertó que los programas balístico y nucleares de su vecino avanzaban rápidamente, pocos días después de que Pyongyang probara un misil de largo alcance.
“No toleraré nunca las provocaciones del Norte y sus amenazas nucleares”, advirtió durante una visita al Ministerio de Defensa, instando a sus fuerzas armadas a adoptar una posición defensiva infalible. Corea del Norte y Corea del Sur siguen técnicamente en guerra porque el conflicto de 1950-1953 terminó en un armisticio y no en un tratado de paz.
En las semanas recientes, las tensiones entre Pyongyang y la administración del gobernante estadounidense Donald Trump se incrementaron. Washington declaró que la opción militar estaba sobre la mesa, mientras que el Norte lanzaba amenazas de represalias masivas.