Los cambios o modernizaciones, por lo general, no son sencillos e incluso las instituciones y dependencias públicas únicamente buscan el cambio para paliar la crisis.
Dentro de la cantidad de tendencias administrativas con que las instituciones y dependencias públicas cuentan para
concretar procesos de modernización, se encuentra el Desarrollo Organizacional por medio del cual se puede lograr que una organización o reorganización administrativa cuente con una participación coherente y apegada a normas vigentes, cuyo objetivo es presentar una opción acertada para lograr un desarrollo sustantivo en la Administración Pública.
El desarrollo organizacional es una herramienta fundamental, que lamentablemente en algunos casos, no ha sido abordada y valorada para que pueda ser utilizada en la Administración Pública; de hecho, la falta de capacidad administrativa, sistemas, procedimientos, actitudes y comportamiento humano es una de las grandes deficiencias que existen para alcanzar el desarrollo y eficiencia de la Administración Pública.
Hace muchos años atrás, se ha hecho palpable la necesidad de que las instituciones y dependencias públicas sean consideradas como simples depósitos de almacenamiento y procesamiento de datos, prestación de servicios buenos o malos.
Para evitar esos malos comentarios es importante que se ejecuten procesos de cambio que valoren el elemento humano, pero para lograrlo es necesario estar conscientes, y además, reconocer que existen problemas en el interactuar de las personas, lo cual no permite el desarrollo y modernización de la Administración Pública.
Por naturaleza, el ser humano se resiste al cambio, ya que la comodidad y seguridad que brinda la costumbre y la rutina lo aleja de momentos de angustia y estrés.
Esta comodidad y seguridad aumentan en la Administración Pública por la desidia que tienen algunos funcionarios públicos, que no muestran un adecuado nivel de rendimiento o incurren en actos ilegales o corruptos.
Además, los cambios o modernizaciones, por lo general, no son sencillos e incluso las instituciones y dependencias públicas únicamente buscan el cambio solamente para paliar la crisis.
Es urgente un cambio en el Aparato Estatal, pero como siempre surgen las fuerzas de tensión que se oponen a este importante cambio y las instituciones y dependencias públicas por ser parte de un sistema político administrativo, se ven afectadas por elementos internos y externos.
Podría decirse, que su principal razón de cambio debería ser la adaptación o modernización de sus funcionarios públicos conforme a las necesidades sociales establecidas por la población.