Corea del Norte aseguró haber probado con éxito un nuevo tipo de misil, que sería capaz de transportar una potente cabeza nuclear y alcanzar bases norteamericanas en el Pacífico.
Estados Unidos y Japón pidieron convocar una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que podría celebrarse hoy.
Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, calificó el lanzamiento de contraproducente y peligroso, pero también pidió que se deje de intimidar a Corea del Norte y abogó por una solución pacífica.
El misil lanzado por Corea del Norte constituyó la prueba exitosa de un nuevo modelo de cohete, aseguró la prensa estatal en Pionyang. Se trató de uno de mediano a largo alcance recién desarrollado, denominado Hwasong-12, indicó la agencia oficial KCNA, precisando que el líder norcoreano, Kim Jong-un, supervisó personalmente el lanzamiento.
Las fotos lo muestran en un hangar cerca del misil, y en otras aparece aplaudiendo junto a oficiales después del disparo.
Se trata del segundo lanzamiento en casi 2 semanas y el primero desde que el mandatario Moon Jae-in llegó al poder en Corea del Sur.
La prueba estaba destinada a examinar los detalles técnicos y las características de un nuevo tipo de cohete, capaz de transportar una carga nuclear grande y poderosa, asegura KCNA.
El misil realizó la trayectoria prevista y cayó a 787 kilómetros de distancia del punto de lanzamiento, “precisamente donde se quería”, agregó la agencia oficial norcoreana.
Ello indicaría que este cohete puede tener un alcance de 4 mil 500 kilómetros, según los expertos.
El objeto se mantuvo en el aire durante una media hora, antes de caer en el mar de Japón, situado entre los dos países, según el portavoz del Gobierno nipón, Yoshihide Suga.
Otro misil de prueba lanzado en marzo también cayó en una zona muy cercana a Japón, desatando alarma en Tokio.
Desde el año pasado, Corea del Norte ha realizado dos test nucleares y decenas de pruebas de misiles balísticos, en su intento de desarrollar armamento capaz de alcanzar el territorio continental de Estados Unidos.