El esloveno Jan Polanc, de 25 años, ganó en solitario la cuarta etapa del Giro de Italia, ayer en las pendientes del volcán Etna, en una jornada en la que el luxemburgués Bob Jungels, del equipo Quick-Step, logró la maglia rosa de líder.
Polanc rompió los pronósticos en la prestigiosa etapa que finalizó en el refugio de Sapienza, a unos mil 900 metros de altitud, en la vertiente sur del mítico volcán.
Había formado parte de una escapada con otros tres corredores (Brutt, Janse van Rensburg y Alafaci) desde la salida en Cefalu e inició la subida con 4 minutos de ventaja.
“Es el día más difícil de mi vida, también la victoria más bonita”, dijo el esloveno, que ganó la etapa del Abetone, en la Toscana, en el Giro de 2015.
En un colosal decorado de lava negra, fue capaz de mantener su ventaja, terminando con 19 segundos de ventaja sobre el ruso Ilnur Zakarin, que partió al contraataque antes del último kilómetro, mientras que el británico Geraint Thomas fue tercero, a 29.
Entre los favoritos, mermados por el viento contrario en la ascensión, no se registraron movimientos hasta los últimos tres kilómetros, cuando el vigente campeón del Giro Vincenzo Nibali lanzó un ataque sin éxito.
Finalmente, Jungels logró la maglia rosa al término de los 181 kilómetros, recogiendo el testigo del colombiano Fernando Gaviria, su compañero de equipo, líder al ganar la etapa anterior.