Con algo más que 3 puntos en juego, hoy Comunicaciones y Municipal volverán a encontrarse en el campo de batalla para disputar el Clásico 298, compromiso que corresponde a la jornada 20 del Clausura 2017 y que se jugará en el Estadio Nacional a partir de las 20:00.
Cada futbolista tiene una atribución que parte desde sus características individuales, pero en lo colectivo el objetivo es el mismo: vencer. Una tarea con igual compromiso para los 22 hombres que se plantarán cara a cara sobre el césped del coloso de la zona 5.
Los libros dicen que el portero es el primer y el último hombre. El que tiene la mejor visión del desempeño de sus compañeros, pero el que en ráfaga de instantes puede experimentar una metamorfosis de héroe a villano.
Contrarrestar cualquier amenaza escarlata sobre su portería e impedir que Carlos Kamini, goleador del cuadro oponente, celebre en el Nacional es la principal tarea que tiene encomendada Cono Javier Irazún, el guardameta crema.
“Venimos mejor que la vez pasada. Va a ser un clásico duro, como todos. En los últimos partidos hemos estado bien ordenados, pero siempre se puede mejorar. Creo que se va a trabajar mucho”, analizó el segundo portero menos vencido de la Liga.
Su solvencia en resguardo de la cabaña blanca lo patentiza con 9 dianas recibidas en 15 cotejos disputados, lo que genera un promedio de 0.60 goles por partido y le permite perseguir al escarlata Nicholas Hagen, por consagrarse como el más complicado de vencer.
En el derbi 297 atrajo los reflectores tantas veces como pelotas a sus manos. Salió sin goles en su arco y figuró como la estrella blanca, pero para esta ocasión él prefiere que los visitantes “lleguen poco y que la esférica se mantenga en cancha de ellos”.
Coraje ranchero
Cada balón que llega a sus pies, Kamiani intenta convertirlo en pinceladas que excedan la imaginación e induzcan al éxtasis del futbol, un talento innato que también tiene sus tiempos de sequía, pero que en cualquier momento puede volver a florecer.
El encuentro de rojos contra los albos estimula el olfato y lo conduce a un lance de positivismo, como pauta de lo adepto que es a esa corriente a pesar de la situación que atraviesa su equipo: 3 partidos sin ganar, y él, 6 sin poder perforar las redes. La ansiedad por pasar entre los callejones que esta noche se le puedan exhibir es un preludio para llegar a enfrentar al arquero Javier Irazún, su último enemigo en la cancha y de quien no relega sus actuaciones: “Él fue la gran figura del clásico pasado”, rememora. Kamiani, junto a Danilo Guerra, serán la mancuerna de Gustavo Machaín en la línea ofensiva, una pareja que ha dejado de sembrar terror, aunque eso no indique que ha dejado de existir. “Los goles se pueden venir en cualquier momento”, confía. Desde buscar meterse en lugares imposibles, pedir pelotas y volver a ser clave como en la edición 296, cuando aprovechó un error de Carlos Estrada y cruzó precisamente al guardameta charrúa para sentenciar la victoria, sustentan su teoría de ganar.
“Hay gol, lo demostramos el domingo; puedo aparecer yo o mis compañeros. Habrá que mejorar aspectos en la definición, y atrás. En todas las líneas”, dice el sinaloense, y advierte con un semblante serio: “¡Vamos a cerrar de la mejor manera!”.
Porque a la pregunta de por qué los rojos no ganan un cetro desde 2011, Kamiani quiere convertirse en respuesta y ayudar al mimado a salir del laberinto. Para esta noche su ambición es recetarles goles a los albos y acercarse a las llaves finales del certamen.