sábado , 23 noviembre 2024
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Noche de Monólogos invita a reflexionar

Las historias nacen en el proceso creativo del artista y hablan por sí solas mediante palabras, letras, gestos y ademanes. Con el fin de apoyar nuevas expresiones, la Galería de Arte, de la Alianza Francesa, recibirá Noche de Monólogos, dirigida por Víctor Barillas. Presénciela mañana a las 19:30, en la 5a. calle 10-55, zona 13, finca La Aurora. Costo Q30.

En 2014, con el objetivo de crear un teatro social, el Laboratorio de Artes, de la Universidad Rafael Landívar, realizó un intercambio estudiantil.

Lo anterior derivó en un colectivo conformado por: Miguel Hernández, Herbert Ignacio, Delia Cúmez y Amanda Samayoa. Aquel año, Patricia Orantes, encargada del proyecto, llevó a escena Lugar de pocos árboles, que se inspiró en situaciones cotidianas y experiencias personales de los actores. Posteriormente, Víctor Barillas asumió la dirección y planteó nuevas piezas, de las cuales dos se presentarán en Noche de Monólogos.

En Adiestramiento me vi relata la vida de Carol, quien a sus 28 años decide hacer un viaje al pasado. Esto sucede mientras extrae fotos de un cajón que creyó olvidado, recuerda su infancia y el maltrato que le provocó su padrastro. Ver las imágenes, rememorar la separación de sus padres, el acoso de su maestra y compañeros en la escuela, le hace exteriorizar sus   emociones.

Abordaje de la violencia y desigualdad

Amanda Samayoa, autora y protagonista de esa obra, explicó que esta surgió cuando estaba embarazada. En ella quiso abordar la violencia y la desigualdad que sufre la mujer en la sociedad: “Lo que deseo con mi actuación es crear conciencia mediante comedia. Busco que cada chica reconozca el valor que tiene su existencia. Por eso, hablar de educación y compartir mis experiencias es agradable”.

Todo surgió frente al comal

La pieza de Delia Cúmez, De las lunas que enterramos, nació de un relato que su abuela le contó mientras preparaban tortillas frente al comal.

La historia retrata el simbolismo de la muerte en la cosmovisión maya y el miedo que ocasiona a su alrededor. En esta, se entrelaza la tradición oral de San Juan Comalapa, Chimaltenango, con la vida en la ciudad. Asimismo, la intérprete hace alusión a la autodestrucción  generada por el ser humano: “Estar lejos de mi pueblo y ver lo difícil que resulta vivir en la capital, la falta de agua, el tráfico, la contaminación, me hizo pensar en que fallecer ya no es un acto natural, sino inducido”.

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