La oposición venezolana realizará hoy lo que prometió será la mayor manifestación contra el gobierno de Nicolás Maduro, quien responderá con una masiva movilización de seguidores, lo que ha desatado temores de nuevos estallidos de violencia.
Acuerpado por los militares, que el lunes le ratificaron lealtad absoluta, el mandatario encarará la sexta protesta que organizan este mes los adversarios para exigir elecciones generales y respeto a la autonomía del Parlamento, único de los poderes públicos no controlado por el oficialismo.
El jefe del Legislativo, Julio Borges, llamó ayer a la Fuerza Armada, aliada clave de Maduro con enorme poder político y económico, a ser leal a la Constitución y a dejarlos marchar pacíficamente.
Las anteriores protestas han derivado en batallas campales, entre las fuerzas de seguridad y los inconformes, con saldo de 5 muertos, decenas de heridos y no menos de 200 detenidos.
Ayer, la presencia de militares en las calles de la capital venezolana era la usual.
En la escalinata de la sede legislativa, Borges pidió a los soldados no una rebelión o un golpe de Estado, sino que cesen los abusos, el hostigamiento y la represión.