Esta adaptación de la novela de Louisa May Alcott llega mañana a Guatemala.
Al releer Mujercitas, Greta Gerwig volvió a encontrarse con la fuerza, determinación y sinceridad de las hermanas March. Entre las líneas de la novela de Louisa May Alcott, la guionista y directora se vio reflejada, y al mismo tiempo descubrió elementos que parecieran haber sido escritos en la actualidad. Su misión fue entonces terminar de contar esta historia como, cree, a la autora le habría gustado. El resultado, que suma seis nominaciones al Óscar, llega mañana a las salas de cine guatemaltecas.
Un reflejo
Cuando Greta Gerwig reabrió Mujercitas no podía creer lo actual que sonaban sus frases, ni cuántas cosas había pasado por alto la primera vez que lo leyó. Para su adaptación cinematográfica, la directora calcó en Meg, Amy, Beth y Jo March todas aquellas emociones que en el siglo XIX eran consideradas inapropiadas para una joven.
Sin embargo, Gerwig también se halló a sí misma en Louisa May Alcott, la autora del clásico, y en su alter ego, Jo, en su afán de ser escritoras. “Ver a Jo tratando de vender sus textos al señor Dashwood y que este le dijera que para que su historia tuviera éxito, las protagonistas debían casarse o morirse, pude ser yo, ayer, hablando con alguien del estudio. Esto es algo profundamente personal para mí, y quise reflejarlo”, afirmó la realizadora en una entrevista con el podcast On Writing.
El color
La nueva cinta preserva las frases de la novela y, además, revela el camino que las niñas recorrieron hasta convertirse en mujeres. Asimismo, Gerwig trata de darle a la historia “el final que le habría gustado escribir a Alcott y que no llevaba matrimonios incluidos”. Para ello, la directora presenta dos líneas de vida: madurez e infancia, que están diferenciadas en la pantalla mediante la colorización de las escenas y el vestuario de los actores.
La cineasta le otorga un tono específico a cada joven, con el fin de mostrar su personalidad. A Jo (Saoirse Ronan) le da prendas rojas, para sintonizarla con su espíritu aventurero y libre; a Meg (Emma Watson) la viste de verde para resaltar lo soñadora y cariñosa que es; a Amy (Florence Pugh) le coloca el celeste por su romanticismo y vanidad, y a Beth (Eliza Scanlen) le asigna
el rosa pastel por su inocencia.
La calidez familiar
Para llevar al cine esta historia, Greta escogió un elenco que encajó a la perfección con el desorden y la fraternidad de las March. A sus cuatro Mujercitas les sumó el toque de Timothée Chalamet, de la multifacética Laura Dern y de la icónica Meryl Streep. “Vivimos juntos durante tres meses y, tanto dentro como fuera del set, nos convertimos en una gran familia”, comentó Gerwig.