Los estudiantes de la Universidad Popular llevan a escena la obra de
Henrik Ibsen.
La controversia fue característica en la obra de Henrik Ibsen (1828-1906). Un enemigo del pueblo no es la excepción, y en ella el dramaturgo noruego plasmó uno de sus pensamientos constantes: la ignorancia de la masa y el poder que tiene en sociedad. En una adaptación de Mercedes Fuentes y bajo la dirección de René Estuardo Galdámez y Yara Contreras, esta pieza llega al escenario interpretada por los estudiantes del diplomado en Arte Dramático de la Universidad Popular (UP). Véala los viernes y sábados de agosto a las 19:30 en la Sala de Teatro Manuel Galich, 10a. calle 10-32, zona 1. La admisión es de Q60.
El peor enemigo
En Un enemigo del pueblo, los 24 alumnos del diplomado de Arte Dramático representan la historia de Thomas Stockmann. La acción se desencadena cuando este doctor descubre que el balneario, la mayor fuente de ingresos de su comunidad, tiene una bacteria que pone en peligro la salud de los habitantes. Al tratar de denunciarlo, sin embargo, el protagonista se topa con su hermano, el alcalde, quien se opone a hacerlo público.
A raíz de ese hecho, manifiesta Yara Contreras, codirectora del montaje, las autoridades del pueblo, los medios de comunicación y los vecinos entran en la dinámica “corrupta”: “Esta evidencia al peor enemigo del que hablaba el dramaturgo: la masa. Es una trama que sigue vigente hoy”.
De regreso a los inicios
Más allá del texto de Mercedes Fuentes y el acompañamiento de los catedráticos de la UP y de los directores, esta puesta en escena ha tenido a los estudiantes como protagonistas absolutos. “A diferencia de años anteriores, en los que se contrataban actores profesionales para que trabajaran junto a los alumnos, esta vez todo el talento proviene del diplomado. Esta era la forma en que se hacía en los inicios”, comenta la codirectora.
Para la mayoría de los intérpretes, esta es su primera experiencia fuera de las aulas y sobre las tablas. Pero, a pesar del temor o timidez de algunos para proponer sobre sus personajes, este elenco, indica Contreras, destaca por sus ganas de hacer y aprender.
Para cuestionar
Mediante estas actuaciones, temas como la corrupción, la información de los medios de comunicación y la ética salen a flote y hacen al público meditar. “El mensaje central nos invita a hacer una reflexión propia, en la que nos preguntamos qué decimos, qué creemos y qué hacemos; si lo cuestionamos o solo repetimos. También resalta la importancia de la transparencia y la integridad ante las presiones de la sociedad”, puntualiza Contreras.
