Este libro revela a la pintora y grabadora, cuya obra permanece vigente en la Guatemala actual.
Una polifonía de voces de distintas generaciones, edades y ramas del arte se enciende al abrir Isabel Ruiz- diálogos, miradas, impresiones. Este libro, que forma parte de la colección Retrato hablado, de Catafixia Editorial, hace un registro artístico y de percepciones sobre una de las creadoras más trascendentales de la plástica nacional.
Figura destacada de la plástica
Los textos y materiales que han sido publicados sobre la obra de Isabel Ruiz (1945) fueron la base para el segundo volumen de Retrato hablado, una colección que busca dejar testimonio de las grandes figuras de la plástica local y cuyo primer título estuvo centrado en Roberto Cabrera (1939-2014).
Mas, fue una entrevista de varias sesiones que mantuvieron con la artista la que comenzó a perfilar el carácter del libro, comentan los editores Luis Méndez Salinas y Carmen Lucía Alvarado, directores de Catafixia.
En la Filgua
Isabel Ruiz – diálogos, miradas, impresiones estará disponible desde el jueves en el estand de Catafixia Editores, de la Feria Internacional del Libro en Guatemala. Precio Q100.
En tres partes
Los Diálogos, miradas, impresiones sobre Ruiz están divididos en tres secciones y acompañados por las instantáneas de fotógrafos como Eny Roland Hernández, Andrés Asturias y Ameno Córdova, quienes en sus escenas naturales capturaron la esencia de la creadora.
La primera parte del título consta de dos entrevistas, una con Oswaldo Hernández y otra con Anabella Acevedo, en las que Ruiz ahonda en las diferentes facetas de su vida. Estos trabajos periodísticos allanan el camino para un segundo tramo construido con ensayos que autores como Luz Méndez de la Vega, Delia Quiñónez, Vania Vargas y Javier Payeras le han dedicado. “Se trata de una polifonía de voces y generaciones que pone a Isabel en el centro y trata de descifrar su significado en la cultura nacional”, detalla Méndez Salinas.
Para la tercera sección se reservaron las impresiones que curadores y otros artistas han manifestado acerca de la obra de la pintora y grabadora. A esto se suma un elemento no menos importante, cinco poemas que su esposo, el escritor y Premio Nacional de Literatura, Francisco Morales Santos, le ha regalado a lo largo de su carrera.
Vigente
Alvarado y Méndez Salinas cuentan que el proceso de creación de este libro les permitió aproximarse a la artista y a su trabajo, pero también a lo que otros dijeron y dicen de ella. Asimismo, visualizar su evolución de casi medio siglo: la obra abarca de 1968, con un texto que habla de su primera exposición, a 2017, cuando recibió el Premio Nacional de las Artes Plásticas Carlos Mérida. “Nos emociona hacerle un homenaje en vida y mostrar cómo su obra sigue vigente en el contexto de la Guatemala de hoy”, indican los editores.