La fotógrafa brasileña llega al país para revelar la técnica del fotobordado.
Acostumbrada a ver el mundo a través de un lente, Mayra Biajante descubrió que, con los hilos, podía darle voz a esas imágenes. En el fotobordado, esta brasileña une dos pasiones, que estos días ha compartido con los guatemaltecos en los talleres que ha ofrecido en la ciudad capital y Atitlán. Su próxima parada será el sábado 10:00 a 15:00 en la 7a. avenida norte #74 A, Antigua Guatemala, y tendrá un costo de Q350.
Técnica
Con ayuda de un pedazo de cartón y un alfiler, Mayra Biajante fija la fotografía y marca el camino que, minutos más tarde, recorrerán los hilos de colores. Puede ser lustrina, o incluso lana. Los materiales, afirma, dependerán de lo que cada quien quiera contar: “Con la foto puedes decir un montón, pero con el bordado pones un sentimiento que no estaba en la imagen”.
Para Biajante, el foto-bordado consiste en poner un poco más de una persona en la fotografía, o al revés, en aportar un poco más de uno mismo en el bordado. Lo mejor, explica, es que la técnica es para todos. No es necesario saber bordar, o ser fotógrafo, sino unir ambas cosas y compartir.
Inspiración
Desde hace dos años, Biajante ha recorrido Europa, Sudamérica, México y, ahora, Guatemala. En cada lugar ha hecho instantáneas de las personas importantes que ha encontrado en su camino y de los paisajes que la han cautivado. Su motivación, admite, surge de dos formas: a partir del bordado que quiere hacer, o bien, de revisar su archivo fotográfico e imaginar lo que puede crear sobre los retratos.
Según la tallerista, esta técnica permite dar vida a la imaginación y fortalecer los lazos de amistad, hasta hilar una red de conocimientos que se teje entre todos. “Los asistentes a los talleres comparten nuevos puntos de bordado, hablan de la vida y de sus culturas. Es un intercambio”, señala.
Dato
Si desea ser parte del taller de fotobordado en Antigua Guatemala, puede inscribirse en [email protected]