La audiencia en Estados Unidos de la 90 edición de los Óscar, que se celebró el domingo en Los Ángeles, cayó un 19 por ciento respecto del año pasado, hasta situarse en 26.5 millones de telespectadores, el peor dato en la historia para la transmisión televisiva de estos galardones.
Según el medio especializado The Hollywood Reporter, se trata de la primera vez que la gala televisada de los Óscar, que duró cerca de 4 horas, congrega a menos de 30 millones de personas en EE. UU.
Hasta ahora, el récord de la gala menos vista lo tenía la edición de 2008, que contó con Jon Stewart como maestro de ceremonias y que reunió a 31.8 millones de espectadores.
La ceremonia del domingo la condujo el comediante Jimmy Kimmel, que repitió en los Óscar después de la desgraciada gala de 2017, cuando, por un error de la auditora PricewaterhouseCoopers (PwC), se proclamó como vencedora del Óscar a la mejor película a La La Land pese a que, en realidad, la ganadora era Moonlight.
The Shape of Water, la cinta del cineasta mexicano Guillermo del Toro, fue la gran triunfadora de la noche al llevarse cuatro premios, incluyendo el de mejor película y mejor director.
*Con información de EFE