Centenas de taxistas bloquearon el jueves por la mañana las principales arterias de Río de Janeiro y protagonizaron enfrentamientos con la policía, en un movimiento que denuncia la competencia de Uber y otras aplicaciones de transporte.
Los enfrentamientos se produjeron frente a la alcaldía. Los conductores, muchos con casacas amarillas, el color de los taxis cariocas, arrojaron piedras, bombas de estruendo y bengalas contra las fuerzas de seguridad, que trataron de dispersarlos con bombas lacrimógenas y de ruido y con gas pimienta, según refirió un reportero de la AFP.
Medios de comunicación brasileños señalaron que hubo personas heridas y un manifestante fue detenido.
La protesta empezó a primeras horas del día, con caravanas de taxis que confluyeron a paso de tortuga desde diferentes puntos de la ciudad hacia la alcaldía, situada a proximidad del célebre Sambódromo, que fue usado como playa de estacionamiento por los manifestantes.
Esa estrategia provocó decenas de kilómetros de embotellamientos a la hora en que los habitantes se dirigían a sus trabajos.
Demanda
Los gremios de taxistas exigen en particular que aplicaciones como Uber y 99 Pop no se beneficien con medidas de regulación de los servicios de transporte, así como un refuerzo de los controles en estacionamientos irregulares cerca de centros comerciales, aeropuertos, eventos populares y de la estación central de autobuses.
El alcalde de Río, Marcelo Crivella, dijo el miércoles que examinaba la posibilidad de reglamentar los servicios de transporte que utilizan aplicaciones de smartphones.
“Estamos haciendo audiencias públicas con el personal de aplicaciones como 99, Uber o Easy, y hablando también con los taxistas, la idea es que las aplicaciones sean reguladas y que los impuestos puedan contribuir a mejorar las condiciones de los taxis de Río de Janeiro”, explicó.
*Con información de AFP