No hay como comparar. Confrontar. Mostrar las diferencias. En matemáticas, los números no mienten; al contrario, evidencian. Cuando se afirma que uno más uno son dos, no hay margen para la duda. Por mucha retórica que se utilice. Por más que se quiera refutar.
Veamos este dato. En los últimos 15 años, no se habían incrementado los aportes para la compra de útiles escolares. Pese a los índices inflacionarios. Esta administración lo hizo y de manera permanente.
A partir de 2024, lo asignado para preprimaria y primaria se duplicará y lo mismo se tiene previsto en lo que respecta a básicos y diversificado.
El próximo año, la mejora permanecerá, aunque será en una única entrega, la cual está prevista para los primeros meses. A partir de aquí, estas cuotas presupuestarias se mantendrán, para lo cual se contará con el apoyo de las Organizaciones de Padres de Familia (OPF), estructuras integradas por los progenitores de los estudiantes, que se convierten en el principal mecanismo para garantizar la calidad y transparencia de los programas de apoyo a la educación.
Confrontemos otros datos. Del 14 de enero a la fecha, el Ministerio de Educación (Mineduc) ha remozado más de 7 mil establecimientos. Las anteriores autoridades mejoraron 4 mil 992 centros en sus primeros 36 meses.
Al final dejaron 9 mil 308. El gobierno del presidente Bernardo Arévalo y de Karin Herrera contempla restaurar 10 mil este año, lo que superará todo lo hecho por el régimen de Alejandro Giammattei y Miguel Martínez.
En los 4 años que tendrá este Organismo Ejecutivo se programó renovar los 35 mil 922 establecimientos existentes. Al ritmo que se llevaba antes de 2024 se necesitarían 4 administraciones (16 años) para alcanzar la eficiencia y efectividad actual.
Y en materia de probidad, ni hablemos. La ministra Anabella Giracca defiende que el Pacto Colectivo que se discute con el Sindicato de Trabajadores de la Educación de Guatemala (STEG) sea público.
Su antecesora y Joviel Acevedo, la cara más visible de la agrupación citada, firmaron un acuerdo para impedir que los ciudadanos conozcan el contenido. En fin, los hechos no mienten. Las diferencias se evidencian. Uno más uno son dos.