“Vimos al monstruo de cerca y de frente”. Con esas palabras resumió Félix Alvarado, encargado del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV), la más reciente mafia descubierta por el actual Gobierno, la cual intentó hacerse de otro millonario negocio a costa del erario.
La intentona corrupta denunciada por el presidente Bernardo Arévalo y el funcionario citado precedió a la decisión de 95 diputados, quienes bloquearon el Estado de Calamidad propuesto por el Ejecutivo, con el cual se agilizarían los trabajos para reparar o reconstruir carreteras y puentes afectados por las intensas lluvias y por las deficiencias en las obras pactadas por el Gabinete de Alejandro Giammattei y Miguel Martínez.
La nueva estructura criminal identificada en el CIV, denunciada ayer por Arévalo y Alvarado, evitó que el Gobierno adjudicara, de manera transparente y a precios de mercado, los trabajos para reparar el socavón ocurrido en el kilómetro 44, ruta Palín, Escuintla. Las acciones ilegales y descaradas de esta mafia, que vieron imposible continuar el saqueo del presupuesto, llegaron al colmo de persuadir a uno de los tres integrantes de la Junta Calificadora de ofertas, a fin de que no autorizara las labores para rehabilitar el tramo vial mencionado.
Es evidente que los criminales de cuello blanco y conciencia negra, cual murciélagos, se sacuden al ver que la transparencia y la probidad que alumbran las compras del Estado y hacen lo imposible para evitar que se consolide la nueva primavera, una época que va en contra de sus insanos intereses y sus convicciones de vida.
Ayer, 95 congresistas le dieron la espalda a sus electores, porque, como lo afirmó el mandatario, prefieren la ruina del país a perder sus privilegios y ventajas, las mismas que, consideramos, les permiten lucir relojes, pulseras, cadenas y trajes imposibles de comprar con el salario decente de un trabajador del Estado.
Guatemala seguirá avanzando, pese a la oposición desvergonzada de los hampones, quienes aunque hacen todo por marchitar prematuramente la nueva primavera, no podrán evitar que
esta nación florezca y prospere como lo merecen sus pobladores.