La cita, programada para hoy, entre los presidentes de Guatemala y México, Bernardo Arévalo y Andrés Manuel López Obrador, ha despertado interés y esperanza, especialmente, entre las organizaciones que defienden los derechos de los migrantes, porque consideran que puede propiciar una mejor atención para estos colectivos que salen de sus naciones en busca de mayores oportunidades de vida.
El hecho de que los gobernantes coincidan en considerar que estas personas deben ser atendidas con dignidad en los lugares de paso, hace que se incrementen las buenas expectativas en torno al impulso de políticas bilaterales que humanicen el trato hacia ellas.
La importancia que tiene para la economía nacional el ingreso de remesas que envían los connacionales no solo es innegable, sino que se ha convertido en uno de los principales bastiones de nuestro éxito macroeconómico y de la fortaleza del quetzal frente al dólar. Según reportes oficiales, en 2023 Guatemala recibió 19 mil 804 millones de dólares (154 mil 471 millones de quetzales), lo que representa casi el 15 por ciento del PIB.
La seguridad fronteriza y el impulso de programas que estimulen la economía en las zonas limítrofes son los otros temas que abordarán los mandatarios, de los cuales se espera que surjan iniciativas para reforzar la gobernanza y prosperidad de los pueblos.
El buen manejo de la política exterior y la férrea lucha contra la corrupción son las principales fortalezas de Arévalo y la vicegobernante Karin Herrera. De hecho, la dimensión de los interlocutores (presidentes de EE. UU. y Francia, jefe de Gobierno Español, rey Felipe VI y altas autoridades de Naciones Unidas) y los resultados que tuvo el dignatario en su gira por Europa de febrero pasado marcaron un hito en las relaciones diplomáticas y devolvieron al Estado el liderazgo regional perdido por la desconfianza y mala reputación de quienes dirigieron los anteriores gobiernos. A ello se suma el decidido apoyo estadounidense.
En fin, se espera que esta cita entre los líderes de dos pueblos hermanos se materialice en prosperidad pronta e inclusiva para guatemaltecos y mexicanos, que evite que estos ciudadanos busquen en otros territorios las oportunidades que no encuentran en el propio.