En la rendición de cuentas que ofreció a los guatemaltecos, en el marco de los primeros cien días de gobierno, el presidente Bernardo Arévalo reflexionó en torno a los retos y desafíos que se enfrentan, en su camino para construir un país próspero, justo y equitativo.
Paralelamente a los logros alcanzados, el mandatario refirió los obstáculos que él y la vicegobernante Karin Herrera afrontan para desarticular las estructuras políticas que saquearon el erario en detrimento de la salud, educación y seguridad de los connacionales.
Cuando aludió a la lucha contra las mafias de cuello blanco y conciencia negra que lideraron las administraciones anteriores, el jefe de Estado dejó una perla literaria: el Organismo
Ejecutivo va en “dirección a tierra firme, lejos del pantano de la corrupción”.
Como muestra de esos adelantos, Arévalo ejemplificó con las 34 denuncias presentadas ante el Ministerio Público (MP), que incluyen las anomalías en la compra de las vacunas Sputnik, los trabajos en el Aeropuerto Internacional La Aurora y las dudas en las escuelas Bicentenario, de cuyos procesos no se conocen adelantos.
Tal vez fue por esa sensación de complicidad que los compatriotas y la comunidad internacional observan, el Presidente insistirá en el retiro, por la vía legal, de Consuelo Porras, a quien considera “una amenaza para la democracia”.
El llamado a la conciencia también lo realizó al sistema de justicia, a fin de garantizar la independencia de esas instituciones, llamadas a investigar y sancionar a los delincuentes que han sangrado al pueblo. De esa cuenta, demandó que las “autoridades no callen ni finjan ceguera de forma cínica y cómplice ante los hechos evidentes” de las bandas que han asaltado los recursos públicos.
Además de eliminar más de 1 mil 300 plazas injustificadas, sacar de circulación 39 estructuras criminales y hacer que el Ejército nombrara a la primera comandanta, el dignatario presumió que el nombre de Guatemala volvió a figurar en el mundo, pero con honor y dignidad, calidades perdidas por las atrocidades de expresidentes y exfuncionarios corruptos e impresentables.