La educación es clave para el desarrollo. Y si le agregamos calidad, con pertinencia social y cultural, su importancia aumenta. Por eso es que inaugurar el ciclo lectivo 2024 en la Escuela Oficial Rural Mixta, ubicada en el cantón Patzilín Abaj, aldea Cerro de Oro, Santiago Atitlán, Sololá, envía un mensaje claro y contundente en la construcción de una nueva primavera.
Este comienzo de clases, como lo expresó uno de los líderes indígenas de la comunidad, muestra lo que será el comienzo de la nueva primavera educativa, la cual se ocupará de sacar al país del subdesarrollo cognoscitivo y elevarlo a niveles más honrosos, que faciliten a nuestros ciudadanos competir en similares condiciones con estudiantes de la región.
La consecución de este objetivo empezó hace dos semanas, cuando el Ministerio de Educación (Mineduc) tomó acciones para ordenar y despolitizar una casa que debe ser eminentemente académica. De esa cuenta, se instruyó para el remozamiento de 4 mil establecimientos en los primeros tres meses de administración y de otros 6 mil en lo que resta del año.
Además, se destituyó a los 22 directores departamentales, con el propósito de contratar personal más idóneo y capacitado para enfrentar los retos que se avecinan, y se canceló el sospechoso programa del Seguro Médico Escolar, un supuesto beneficio desconocido por cursantes y padres de familia.
Adicionalmente, como está establecido en el Plan de Gobierno 2024-2028, se “realizará una reforma del sector incluyente, que permita alcanzar un Pacto Nacional por la Educación”, que comprometa a todos los sectores institucionales y sociales.
Un acuerdo que voltee a ver al interior de la nación, donde se concentra la Guatemala profunda, sin olvidar que se deben revertir las carencias que impiden el desarrollo intelectual de niños y jóvenes, como paso previo para la formación de ciudadanos más criteriosos y comprometidos con su país.