Luego de muchos tropiezos, finalmente este Gobierno avanza en la construcción de la autopista que conectará Escuintla con Puerto Quetzal, ruta vital para los negocios locales e internacionales del país.
Las sensaciones que dejó la presentación que el Consorcio Autopistas de Guatemala, Sociedad para Alianzas de Infraestructura Económica (Convía) realizó la semana pasada, cuando detalló los progresos del tramo son más que optimistas, puesto que el inicio de operaciones pende de trámites administrativos fáciles de resolver, lo que facilitará que las labores comiencen el próximo mes.
La vía tendrá una extensión de 104 kilómetros, ida y vuelta, incluyendo agregados como tréboles, retornos, islas, etcétera, una extensión pocas veces vista en la red nacional. Además de lo que el paso representará para la conexión social y comercial, la derrama económica, valuada en US $125
millones, se concentrará en el sector, lo que fortalecerá el crecimiento de las comunidades.
Ejecutivos de Convía advirtieron de que el diseño contempla señalización vertical y horizontal, vías de acceso para minimizar accidentes, paradas de autobuses, pasarelas, iluminación y cámaras de seguridad, entre otros servicios. En síntesis, la compañía resalta que la obra “será un referente en infraestructura y seguridad vial”.
En esta gestión, el Congreso de la República tuvo un papel trascendental, al aprobar el decreto que marcó las condiciones y alcances de la calzada.
En junio pasado, el Ministerio de Comunicaciones comunicó que la actual administración registra el promedio de carreteras construidas más alto de 1996 a la fecha, un dato que muestra la visión del presidente Alejandro Giammattei, quien sabe que apostar por infraestructura es velar por la prosperidad individual y colectiva de los connacionales.
En fin, nos acercamos al comienzo de un paso que marcará tanto a estas como a las futuras autoridades.