En un marco de confraternidad y de coincidentes mensajes que llaman a la unidad de la región, transcurrió la XXVIII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, que se desarrolló en República Dominicana, el sábado recién pasado.
El encuentro, que reunió a 19 naciones de América y 3 de la Península Ibérica, se convirtió en una ventana de oportunidades, en donde los mandatarios exhortaron a cerrar filas contra los problemas que afectan la zona e invitaron a continuar construyendo un futuro de paz, bienestar e igualdad social.
En este sentido, el mensaje que envió el Presidente de Guatemala fue claro y contundente. “Debemos impulsar una propuesta que fortalezca nuestros instrumentos de cooperación y que los mismos constituyan una ventaja financiera”, expresó el mandatario, quien aprovechó la ocasión para detallar los avances del país en los compromisos asumidos en citas anteriores.
Lo cierto es que las exhortativas a la colaboración, unidad y defensa de la soberanía invadieron la cumbre. “Somos todos pasajeros del mismo barco. Nadie se salva solo”, expresó uno de los mandatarios presentes.
Al término del cónclave, los gobernantes suscribieron el Plan de Acción de la Cooperación Iberoamericana 2023-2026, la Carta de Derechos Digitales, la Estrategia de Seguridad Alimentaria y la Carta Medioambiental o Pacto Verde, y emitieron un comunicado en el que resaltan “la necesidad de una reforma estructural de la arquitectura financiera internacional, que permita un mayor flujo de recursos destinados al desarrollo sostenible y amplíe los límites de acceso que tiene Iberoamérica”.
Finalmente, el jefe de Estado de Guatemala reiteró uno de los principios que sustentan estas reuniones: fomentar la cooperación inspirada en el diálogo, solidaridad y adopción de acciones concertadas, que lleven a la prosperidad y la paz de todos los pueblos del área.