Las manifestaciones religiosas y culturales que envuelven las expresiones de fe externa de los guatemaltecos durante las celebraciones de la Semana Santa, como legado ancestral, en forma oficial fueron reconocidas ayer como patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), al quedar inscritas en la lista representativa en el ámbito mundial.
En acto solemne, el Gobierno recibió el citado reconocimiento por los representantes de la Unesco, y a su vez trasladó las insignias correspondientes a las diferentes hermandades que organizan los tradicionales cortejos procesionales que dan esplendor y caracterizan de forma muy particular a la Semana Mayor en Guatemala.
En el país, las referidas tradiciones reflejan el sincretismo entre las costumbres de los pueblos originarios y la civilización hispánica, lo cual revistió de riqueza propia la conmemoración de la pasión y muerte de Jesucristo.
Como relevancia, aunado al valor intangible de las citadas celebraciones, se encuentra el impacto económico que generan en todos los estratos nacionales, ya que antes y después de cada procesión hay una serie de actividades ornamentales, gastronómicas y sociales que reactivan los ingresos monetarios de miles de familias chapinas.
¿Quién no degusta un platillo típico o compra un globo para sus hijos luego del recorrido procesional? Por ello y muchos aspectos más, bienvenidos todos los turistas nacionales y extranjeros que desean vivir y disfrutar la Semana Santa en Guatemala.