El Consejo Nacional de Desarrollo Urbano y Rural (Conadur) es, sin duda, la máxima expresión democrática de Guatemala. Su integración permite tener una visión completa del país y garantiza el impulso de programas y proyectos que fortalecerán el desarrollo y la prosperidad de la nación.
En dicho foro está representado el Gobierno, a través de ministros y secretarios, las municipalidades y los consejos de desarrollo, pero también participan líderes indígenas, campesinos, académicos, empresarios y sindicatos.
En sus deliberaciones, abiertas y transparentes, prima el objetivo de construir la Guatemala que todos deseamos y merecemos. Por eso no extraña que, en los últimos tres años, el Conadur se haya convertido en la piedra angular del crecimiento económico del país, un logro reconocido por
organismos nacionales e internacionales.
El próximo viernes, los sectores citados volverán a reunirse para definir los montos de inversión que se destinarán en el ejercicio fiscal de 2024 para cada una de las ocho regiones en las que
administrativamente se divide la República.
El encuentro también facilitará la rendición de cuentas, puesto que se conocerán los avances y
desafíos de la inversión pública de 2023.
Promover y facilitar la organización y participación efectiva de la población en las políticas públicas es uno de los mandatos del Consejo, que también está llamado a promover la descentralización, apoyar el funcionamiento del Sistema de Consejos de Desarrollo y contribuir en la definición y seguimiento de la política fiscal, aspectos en los que el Estado ha dado muestras de avances y éxitos.
La prosperidad de una nación requiere del esfuerzo y compromiso de todos, así como de la participación de quienes están llamados a velar porque la democracia continúe siendo el sistema idóneo para satisfacer las necesidades de los guatemaltecos, en especial, de quienes más necesitan del brazo solidario del Estado.