Esta semana, el Gobierno abrió los Centros de Atención Integral (CAI), programa que se encarga del cuidado y formación de pequeños, cuyos padres trabajan. Estos progenitores no tienen con quién dejar a sus hijos y tampoco poseen recursos para contratar a una niñera.
Dichos centros se han convertido en un verdadero alivio para familias guatemaltecas, puesto que garantizan la seguridad de los infantes, así como la atención integral que requiere un niño de 2 o 3 años de edad. Además de instalaciones dignas y convenientemente equipadas, el Gobierno se ha asegurado de contratar personal con los conocimientos y experiencias que requiere una tarea tan importante y noble.
Lo cierto es que estas instituciones evidencian la solidaridad que debe caracterizar a las autoridades de los Organismos del Estado, quienes tienen la responsabilidad de responder a las necesidades de los ciudadanos que cuentan con menos recursos económicos.
Conviene anotar que los CAI son mucho más que una guardería, porque su misión trasciende el cuidado de los pequeños y se centra en su formación intelectual y en una buena nutrición. De esa cuenta, mes a mes, los padres de familia revalidan su confianza en estos establecimientos, los cuales les permiten alcanzar realizaciones laborales o académicas.
“Los niños aprenden a pensar por medio del juego, a resolver problemas y a ser independientes”, reflexiona una de las autoridades del centro que se ubica en el mercado La Presidenta, uno de los 38 CAI que la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia (SBS) habilitará en todo el país.
“Apostar por nuestros niños es construir un mejor futuro”, es una frase que reiteradamente ha pronunciado el presidente Alejandro Giammattei, quien sabe que el desarrollo y la prosperidad de los pueblos pasa, necesariamente, por la formación integral de los pequeños.