El Programa de Alimentación Escolar (PAE) contará con Q3 mil millones de presupuesto para el próximo año. De ese monto, el 70 por ciento de las compras de artículos para surtir las bolsas deberá realizarse en las comunidades.
Es decir, gran parte de los fondos destinados para el PAE debe destinarse en la adquisición de comestibles producidos por las familias campesinas. Con ello se apoyará a reactivar la economía de las localidades.
En el presente año, según la norma respectiva, el 50 por ciento de los proveedores debía ser originario del lugar donde los estudiantes reciben clases. El cambio supone que durante 2023, las adquisiciones locales priorizarán a quienes practican la agricultura familiar.
Según las autoridades, los alcaldes tienen el compromiso de estimular, organizar y orientar a los campesinos, para formalizarlos ante la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT). Ello permitirá que puedan vender alimentos a las Organizaciones de Padres de Familia (OPF).
El próximo año, el Programa de Alimentación Escolar se ampliará a otros niveles educativos, como básicos y diversificado del sector público. Además, llegará a los Centros Comunitarios de Desarrollo Integral Infantil, que atienden a niños de 0 a 4 años cuyos padres pudieran atravesar alguna dificultad, así como a madres lactantes y gestantes.
La entrega del PAE se efectúa de manera ordenada. Las OPF son las administradoras de los recursos, a las que se les capacita para el buen manejo de los fondos. Se estima que durante el próximo ciclo escolar el aporte llegará a 3.1 millones de beneficiados en todo el país.