Al igual que con la reciente tormenta tropical Julia, que azotó gran parte del territorio nacional, el Gobierno de la República se ha anticipado para contener los efectos de Lisa, que ya causaba intensas lluvias en el norte del país.
La acción y prevención son fundamentales para evitar que los ciclones tengan repercusiones lamentables. Son inevitables los daños en la infraestructura y las inundaciones, además de que las familias en condición de vulnerabilidad sean evacuadas a lugares seguros.
Sin embargo, el trabajo coordinado entre las instituciones del Ejecutivo permite minimizar el impacto, como ocurrió el mes pasado con el paso de la tormenta Julia en el territorio nacional.
De nuevo, el Gobierno se anticipa a la eventual emergencia que podría causar
Lisa. Por ello el presidente Alejandro Giammattei ordenó la movilización de helicópteros y aeronaves a Petén e Izabal, para apoyar el posible rescate rápido de las personas que
resulten afectadas.
Además, ya está lista la ayuda humanitaria para las zonas que puedan ser perjudicadas por el fenómeno natural. Las acciones las encabeza la Coordinadora Nacional para la
Reducción de Desastres (Conred).
De acuerdo con las entidades meteorológicas, Lisa se convirtió en huracán cuando ingresó ayer en Belice. Se espera que se degrade al tocar territorio guatemalteco.
Como parte de las medidas de prevención, se tomó la decisión de suspender las clases durante dos días en Petén y hoy en Izabal, con el propósito de salvaguardar la integridad de las familias, en especial de estudiantes.
Se hace un llamado a la población para informarse por los medios de comunicación oficiales, así como a mantener las medidas de precaución, con el fin de evitar emergencias mayores.