Miles de familias han transformado sus vidas a partir de que el Gobierno de la República mejoró y transparentó los programas sociales, los cuales impactan directamente en quienes realmente los necesitan. Desde que se inició la gestión del presidente Alejandro Giammattei, se ha dupliacado el trabajo para proteger a la población vulnerable a la pobreza, pobreza extrema y la desnutrición.
El jefe de Estado ha instruido a los ministerios respectivos a redoblar el trabajo para que los proyectos redunden en beneficio de la salud y la educación de las familias con niños que padecen el mencionado trastorno.
Una de las iniciativas que impulsa la administración del mandatario es el Programa Bono Social, que está a cargo de la cartera de Desarrollo Social, el cual ha impactado de manera positiva en las familias favorecidas.
En ese sentido, 6719 hogares de tres departamentos del occidente del país se benefician con los subprogramas Bono Salud y Bono Educación, cuyo objetivo es contribuir al desarrollo integral de los niños y jóvenes, pues incentivan a que asistan a los centros asistenciales y a la escuela.
El mencionado aporte llega a las comunidades de Quetzaltenango, Totonicapán y Sololá, y se ha convertido en una luz de esperanza para la población vulnerable a la pobreza y pobreza extrema, especialmente para los menores, pues permite que estos crezcan saludables y concluyan sus estudios.
De acuerdo con datos de la citada cartera, en el primer departamento mencionado, los proyectos sociales llegan a 1516 familias; en el segundo, la cobertura es para 1601, y en el tercero se atiende a 3602. El trabajo se lleva a cabo de manera interinstitucional entre los ministerios de Desarrollo, de Salud Pública y Asistencia Social y de Educación.