El Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas (Sigap) comprende la tercera parte del territorio nacional. Es decir, el 32 por ciento de toda la extensión de nuestro país, según datos oficiales.
Las zonas bajo resguardo, en las que el Consejo Nacional de Áreas Protegidas(Conap) y otras instituciones afines a la protección del medioambiente tienen incidencia, guardan riquezas incalculables de flora y fauna.
Todo ello hace necesario su preservación y cuidado, ya que, lamentablemente, existen acciones por parte del ser humano que atentan contra la biodiversidad que cohabita en medio de la naturaleza.
En esa tarea entra en acción un grupo de personas, cuyo trabajo es aún desconocido por gran parte de la población. Se trata de los guardarrecursos, quienes realizan labores de protección y resguardo de los bosques y la diversidad biológica.
Su compromiso con la naturaleza, como educadores ambientales, es de gran importancia, ya que su trabajo, ejemplo y enseñanza, en relación con la necesidad de cuidar dicha riqueza, incide en las acciones de las presentes y futuras generaciones.
Según el Conap, la institución cuenta con 400 mujeres y hombres dispersos a lo largo y ancho del país, quienes realizan actividades de protección de los recursos naturales, previenen hechos ilícitos, realizan control, vigilancia y monitoreo, y brindan atención a los visitantes de los parques ecológicos.
Debido al trabajo que desempeñan, los guardarrecursos han sido blanco de amenazas, agresiones y hasta víctimas de asesinato, de acuerdo con lo documentado por la entidad en referencia.
A pesar de ello, los encargados de vigilar los espacios naturales más importantes de Guatemala no bajan la guardia y mantienen el espíritu de servicio a la comunidad, conscientes de que de ellos depende el futuro de sus hijos.
En honor a ellos, cada segundo viernes de septiembre se reconoce su esfuerzo y compromiso con Guatemala. Felicidades a los guardianes de las áreas protegidas, el país valora su aporte.