La temporada de lluvias aún continúa en gran parte del territorio nacional, y a ella se suman los efectos de las tormentas que, aunque actualmente no han tenido mayor impacto en nuestro territorio, también han causado fuertes aguaceros.
Históricamente, dichos fenómenos atmosféricos han hecho daño en los cultivos, como el año pasado, cuando fueron azotados por las depresiones tropicales Eta e Iota.
Ante la inminencia de los efectos negativos, en esta ocasión el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) mantiene un monitoreo sobre más de 28 mil hectáreas de cultivos, para prevenir que el exceso de lluvias impacte en las siembras.
Las plantaciones, en su mayoría alimentos, se ubican en 28 144 hectáreas en 180 municipios de 17 departamentos del país y son los propensos a sufrir daños, de presentarse exceso de lluvias.
En ese sentido, las autoridades del MAGA mantienen observación en sembradíos de granos básicos como maíz y frijol, caña de azúcar, café, palma de aceite, hule, cardamomo, banano y plátano y hortalizas, así como tabaco, papaya, mango y pastos.
Los departamentos donde las siembras son vulnerables a los daños durante el invierno son Huehuetenango, San Marcos, Suchitepéquez, Quetzaltenango, Escuintla, Alta Verapaz, Quiché, Petén, Retalhuleu, Sololá, Jutiapa, Chimaltenango, Sacatepéquez, Chiquimula, Santa Rosa, Guatemala y Totonicapán.
Afortunadamente, hasta la fecha, la temporada de lluvias no ha tenido mayor impacto en la agricultura, pues los aguaceros no han sido con mayor intensidad, como en otras ocasiones; más bien, han favorecido el crecimiento de las siembras.
A pesar de ello, los agricultores deben limpiar de manera constante los drenajes y zanjas en el terreno de cultivo, para evitar el encharcamiento, y monitorear los cultivos para identificar plagas o enfermedades.
Es necesario estar atentos en todo momento para evitar contingencias pues, según los pronósticos, a partir del 9 de septiembre próximo se incrementarán los aguaceros en el territorio nacional.