Los corruptos avanzan. Las comisiones de postulación no logran frenar sus embates. Varios de los popularmente señalados pasaron a la siguiente fase, favorecidos por sus compinches del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala (CANG) y los magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
Podrán decir de todo. Podrán argumentar lo que sea. Pero el actuar de estos personajes no necesita de ninguna evaluación profunda para encontrarlos culpables de cometer actos evidentes que han atentado contra nuestra débil democracia.
Sus casos armados sin fundamento lógico ni legal son suficientes como para que cualquiera, con dos dedos de frente, los hubiese dejado fuera del proceso de escogencia.
Claro, los coyotes de la misma loma siempre se protegen entre sí. Para dejar fuera a estos personajes no era necesario tomar en cuenta que tienen prohibido el ingreso a más de 30 países en el mundo. Que son reconocidos en todos ellos como agentes corruptos que atentan contra la democracia guatemalteca.
Es suficiente con revisar los argumentos que presentan en sus casos, sin pies ni cabeza para entenderlos.
Por supuesto que quienes les dan la razón son personajes de su mismo bando. Personajes que pululan en el lado oscuro de la fuerza y conducen las riendas de juzgados comprometidos con el mal y la corrupción, capaces de emitir sentencias con esos argumentos que hasta los que no somos abogados nos damos cuenta de que carecen de peso. Pero allí siguen escalando.
Las Comisiones de Postulación no han logrado mantener viva esa esperanza que muchos teníamos de que el cambio comenzara por esa instancia. Demostrado está que entre sus miembros siguen dominando los corruptos.
Habrá que esperar si finalmente en el Congreso de verdad está la luz y el grupo de legisladores que en las últimas instancias ha estado votando a favor de leyes que beneficien a la población en general, nos da la grata sorpresa de elegir magistrados que no estén vinculados con las mafias y peor aún sean parte de ellas.
El tiempo avanza y las cosas se comienzan a poner color de hormiga. La ley indica que el 13 de octubre deben tomar posesión de sus cargos los nuevos magistrados de la CSJ, así como los de las Cortes de Apelaciones y, por lo que se ve, el avance de los malos sigue con fuerza.
Urge reformar la ley de Comisiones de Postulación y muchas más, porque mientras el control de la mayoría de instituciones esté en manos de los abogados, al menos de esos tramposos y marrulleros que hacen y deshacen a su antojo lo que quieren con nuestro Estado de derecho, parece que el caso de Guatemala es de desahucio.