Joseph Dotu
Asociado de inclusión de la juventud, OCR Guatemala
Varios atributos componen lo que llamamos la cultura de un país. Pueden ser los idiomas cuyos habitantes hablan o la ropa que visten. Otra de estas características es la comida: cada país tiene alimentos diferentes y existen diferentes formas de cocinarlos: eso da una gastronomía peculiar para cada país, que se vuelve parte de su cultura y de su identidad.
Guatemala, gracias a la diversidad de sus territorios, cuenta con una variedad de alimentos y productos. A pesar de esta rica escena gastronómica, la desnutrición sigue afectando a una parte importante de la población. La multiplicación de los monocultivos destinados a la exportación pone también en riesgo el carácter sostenible de la gastronomía guatemalteca.
Guatemala cuenta con una variedad de alimentos y productos.
Aunque la desnutrición es el mayor problema relacionado con la alimentación en el país, existe otra preocupación que ha ido creciendo en los últimos años: el sobrepeso y la obesidad. En 2016, la prevalencia de estas condiciones entre adultos era del 61.5 % en mujeres y del 53.1 % en hombres, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Estas proporciones alarmantes se explican por diversos factores, entre los cuales el consumo de productos ultraprocesados nutricionalmente desequilibrados y elaborados con ingredientes industriales.
Frente a estas problemáticas, la ONU está comprometida para prevenir la desnutrición en el país. También apoya la iniciativa de ley no 5504 de promoción de alimentación saludable mediante un acompañamiento técnico a la mesa técnica nacional de alimentación saludable liderada por la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional de la Presidencia de la República (SESAN). Esta promoción se haría mediante la aplicación del etiquetado de los alimentos ultraprocesados y la regulación de las publicidades dirigidas a menores de 18 años, entre otras medidas.
La comida une a las personas y trae alegría, por esta razón es importante volver a poner la gastronomía sostenible en el centro de la mesa.