Raúl Figueroa Sarti
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El deterioro de la educación, pública y privada, a todos los niveles empieza a rendir frutos: tenemos una generación de políticos que son incapaces de comunicar con coherencia sus pobres ideas y terminan diciendo tonterías que son motivo de risa, aunque deberían ser una señal de alarma sobre la crisis del sistema educativo nacional.
Con escasos momentos en nuestra historia, la educación no ha sido una prioridad para las élites económicas.
La diputada que expresó su preocupación por los “muertos que están durmiendo” no está sola. En su pobre capacidad de expresión verbal está acompañada por el expresidente que de manera “contundente” expresó que “no hay que perseguir al delincuente sino al delito”; la fiscal que se ha erigido en la lideresa de la oposición política que es incapaz de usar la palabra indicada para el concepto y en su lugar usa “comosiama”; la eterna candidata que con gran elocuencia lanzó la sabia frase de que “la ignorancia es la riqueza de nuestro pueblo”. Y la lista podría continuar
Con escasos momentos en nuestra historia, la educación no ha sido una prioridad para las élites económicas y políticas del país. No es casual entonces que como resultado de la penetración neoliberal uno de los objetivos fue la destrucción de la educación pública, porque había que destruir lo público. ¡Y lo lograron! Expresión de ello son los pésimos resultados que obtienen los estudiantes egresados del nivel medio en pruebas de lectura.
Si nuestra preparación para la comunicación verbal y escrita no nos forma para tener una comunicación fluida y eficaz, es imposible que podamos avanzar como país. En primer lugar porque esa dificultad para expresarnos es expresión de una gran pobreza lexical, y si nuestro vocabulario es limitado, consecuentemente nuestras ideas serán limitadas.
Guatemala no podrá convertirse en un país incluyente en tanto la educación de la niñez y la juventud continúe orientada a formar autómatas eficientes en la realización de tareas simples e incapaces de pensar. A ellos ya los están desplazando robots.
