Carlos Morales Monzón
Periodista y Profesor Universitario
Los casos de corrupción abundan. Entre más pasan los días, más aparecen. Entre más se escudriña, más hallazgos salen a flote. Por supuesto que los señalados siempre dirán que son inventos. Dirán que se les quiere perjudicar. Pero las evidencias no engañan. Allí están y los responsables deben responder por sus ilícitos.
Y el descubrimiento de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) no ha sido el único. En tiempos de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) los casos también abundaron.
Y la historia no fue tan diferente. Empresarios de alto nivel salieron públicamente pidiendo disculpas a los guatemaltecos, reconociendo haber cometido ilícitos, principalmente en el financiamiento no declarado para partidos políticos.
Guatemala necesita de todos para salir del retraso económico, social y político.
Otros tantos en el mercado de la construcción también reconocieron los señalamientos en su contra. Incluso recordemos los casos contra una empresa procesadora de acero y otro contra una reconocida firma hotelera, dos casos millonarios de evasión.
Pero claro, solo llegó la expulsión de Iván Velásquez con el gobierno de Jimmy Morales, para quien “la corrupción es normal en Guatemala”, para que todos se volvieran a envalentonar y negaran todo. Tanto, que ahora muchos lo vuelven a hacer.
Esperemos que esta vez los responsables de quedarse con dinero que le corresponde al fisco para financiar obra pública sean castigados. Y es que encima de quedarse con los impuestos, resulta que los negocios son producto de transacciones ilegales hechas con gobiernos como el de Alejandro Giammattei o el de Jimmy Morales.
Si los señalamientos fueran falsos, seguramente el jefe de la oficina recaudadora de impuestos no estaría amenazado de muerte. Y tras la denuncia pública, los órganos encargados de perseguir a los criminales para procesarlos y encarcelarlos ya estuvieran en acción. Pero resulta que no. Que están más pasivos que nunca.
Pensemos que Guatemala necesita de todos para salir del retraso económico, social y político en que se encuentra. Que salir de este agujero negro requiere de acciones de promoción de la transparencia y férrea lucha contra la corrupción.
Pensemos que solo trabajando juntos, en la búsqueda del bien común, podremos hacer que la nueva primavera florezca y las cosas comiencen a ser diferentes para todos, pero principalmente para los más desposeídos. Pensemos que solo así, de la mano de todos, vamos a lograr que Guatemala salga adelante.