Ana Castañeda,
Directora General de las Artes, Ministerio de Cultura y Deportes.
Una de las debilidades de la raza humana corresponde al refugio del ser en alguna determinada estación emocional, soliendo perder la empatía, la resiliencia y la humanidad misma. Con ello, se corre el riesgo de enfrentarse a conflictos, pesadez, discordia e, incluso, desmotivación laboral.
En el campo de la producción creativa, así como en el de la labor artística, es menester conservar cada mínimo rasgo de humanidad, potenciándolo a su máxima expresión. Pues, la labor artística requiere de total pasión, compromiso y entrega con el fin de garantizar el éxito de la producción misma, efecto que, a su vez, será trasladado bajo el lenguaje comunicativo al espectador, quien por naturaleza sostiene una expectativa muy alta sobre aquel creador del arte, humano, ético, empático y sensible.
El Ministerio de Cultura y Deportes, a través de la Dirección General de las Artes del Viceministerio de Cultura, mediante sus direcciones técnicas de fomento, formación, difusión de las artes y
espectáculos públicos, trabaja cada día bajo el principio de la cordialidad con el propósito de optimizar el clima laboral de cada uno de los servidores, tomando en consideración la multidisciplinariedad y emocionalidad del artista.
Esto, con la intención de integrar resultados más prolijos y comprometidos que llegarán a la vista, escucha y deleite de la población guatemalteca a través de la expresión artística.
Todavía hay mucho camino por recorrer en materia de readecuación de la sensibilidad tanto del artista como del servidor público en general. La sensibilización, fomento y cooperación grupal son solo algunos temas con los que todos los guatemaltecos debemos estar comprometidos mediante constantes pequeñas acciones para lograr los grandes y subyacentes cambios.
Adela Cortina, en su calidad de investigadora, socióloga y educadora, ha expuesto en diferentes escenarios que “ninguna sociedad puede funcionar si sus miembros no mantienen una actitud ética”, pensamiento reiterante del compromiso que, como servidores públicos y especialmente artistas, se debe poseer como principal característica, tanto en los entornos laborales como en cada espacio de desarrollo social. En todo caso, la ética permite la colaboración y cohesión de grupo, facilitando la armonía, cordialidad y respeto en los espacios de convivencia social.
Vale la pena recordar que el hombre en su estado humano es un ser tribal que, constantemente, requerirá de su tribu para su sobrevivencia y solo aplicando la regla de oro “no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti y haz a los demás lo que desees que te hagan a ti”, logrará la verdadera supervivencia.