António Guterres
Secretario General de las Naciones Unidas
Sobre el autismo. El 4 de abril se conmemoró el Día Mundial de Concientización sobre el Autismo, lo cual es una ocasión para reconocer y celebrar las importantes contribuciones de las personas con autismo en cada país y comunidad.
Sin embargo, en todo el mundo esas personas siguen encontrándose con barreras que les impiden disfrutar de sus derechos fundamentales a la educación, el empleo y la inclusión social, propugnados por la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Como cuestión de derechos fundamentales, los gobiernos deben invertir en sistemas de apoyo comunitario más sólidos, programas de educación y capacitación inclusivos y soluciones accesibles y basadas en la tecnología para que las personas con autismo puedan disfrutar de los mismos derechos que las demás.
Para ampliar el apoyo y la inversión en países y comunidades es imprescindible trabajar hombro a hombro con las personas con autismo y sus aliados.
Hoy y todos los días, unámonos para hacer realidad sus derechos y lograr un mundo inclusivo y accesible para todos.
Sobre la Madre Tierra. Dependemos de la naturaleza que nos da los alimentos que comemos, el aire que respiramos y el agua que bebemos.
La humanidad se comporta como ”hijo ingrato“ de la Madre Tierra.
Sin embargo, hemos sumido al mundo natural en el caos, envenenando nuestro planeta con la contaminación, aniquilando con gran liviandad especies y ecosistemas y desestabilizando el clima con las emisiones de gases de efecto invernadero. La humanidad se comporta como “hijo ingrato” de la Madre Tierra
Estas acciones perjudican a la naturaleza y a la humanidad. Estamos poniendo en peligro la producción de alimentos, contaminando el aire y los océanos, creando un medioambiente más peligroso y menos estable, y frenando el desarrollo sostenible.
Juntos debemos restablecer la armonía con la naturaleza, adoptar modalidades de producción y consumo sostenibles y protegernos de los peligros, al tiempo que creamos empleo, reducimos la pobreza y promovemos el desarrollo sostenible.
Esto significa poner freno a la pérdida de biodiversidad, poner fin a la contaminación y reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo.
Significa apoyar a los Pueblos Indígenas, a las comunidades locales y a las personas más afectadas por las crisis de la contaminación, el clima y la biodiversidad.
Significa ofrecer justicia climática a los países que se están llevando la peor parte del caos climático y movilizar rápidamente los fondos y la ayuda que necesitan para tomar medidas sobre el clima, proteger la naturaleza y promover el desarrollo sostenible.
Los países deben elaborar nuevos planes nacionales sobre el clima acordes con el objetivo de limitar el aumento de la temperatura mundial a 1.5 grados centígrados, que pueden servir también como planes nacionales de transición o de inversión y que apuntalen el desarrollo sostenible para las generaciones futuras.
Por su parte, el G20 debe liderar la eliminación rápida, justa y financiada a nivel mundial de los combustibles fósiles, de forma progresiva, y poner fin a las subvenciones que destruyen la naturaleza, como las que financian la producción desenfrenada de plásticos que asfixian el planeta.
Reparar las relaciones con la Madre Tierra es la madre de todos los retos de la humanidad. Debemos actuar, y rápido, para crear un futuro mejor para todos.
(La Asamblea General designó el 22 de abril como el Día Internacional de la Madre Tierra a través de una resolución adoptada en 2009. También la fecha coincide con la Resolución 73/284, Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas, 2021-2030).