sábado , 23 noviembre 2024
Inicio China ya fue y no volverá

China ya fue y no volverá

Juan Pablo Sims

Investigador del Centro de Estudios de Relaciones Internacionales

Facultad de Gobierno

En las últimas tres décadas, las élites económicas chilenas se han acostumbrado a confiar en China, un socio comercial que pasó de ser insignificante a transformarse en el motor del crecimiento, no solo en nuestro país sino también en gran parte de América Latina, África, Australia y cualquier entidad que concentre sus exportaciones en materias primas.

Año tras año, China ha desafiado las expectativas y ha mantenido un ritmo de crecimiento sostenido, beneficiando a gran parte del mundo en desarrollo. Por desgracia, para nosotros, en Chile, este modelo de desarrollo parece haber llegado a su fin.

Las señales son múltiples: la fuerza laboral china está disminuyendo, el histórico auge inmobiliario ha estallado y el sistema de comercio global que facilitó el ascenso de China se está fracturando.

Esto se establece contra un telón de fondo donde la confianza del consumidor está disminuyendo, las presiones deflacionarias están aumentando y el espíritu emprendedor, que una vez prosperó bajo políticas de mercado más predecibles, ahora está bajo asedio por un entorno regulatorio impredecible, donde prima la “seguridad” en vez de la generación de riqueza.

Para países como Chile, esta reorientación significa la disipación de la esperanza de un nuevo superciclo de commodities liderado por China. 

¿El problema? Nuestra élite todavía no ha querido aceptar dicha realidad. Las conversaciones en los directorios de Sanhattan todavía tienen un tono de esperanza ante un potencial repunte de la segunda economía del mundo.

Los directores de las principales empresas del país, que crecieron con el auge de China como constante, todavía no han comprendido que el modelo de desarrollo en dicho país está cambiando, y sus resultados son impredecibles.

El presidente Xi Jinping está liderando un giro estratégico hacia el cultivo de “nuevas fuerzas productivas” a través de inversiones estatales masivas en sectores de fabricación avanzada y tecnología, que, aunque visionario, subraya un descuido del crecimiento impulsado por el consumidor y no aborda las vulnerabilidades inmediatas.

Esta estrategia, que apunta a superar y dominar en las industrias del futuro, requiere una escala inmensa de inversión y dirección estatal, dejando de lado el consumo y la dinámica del comercio internacional que una vez impulsó el crecimiento económico de China y, por extensión, del mundo.

Para países como Chile, esta reorientación significa la disipación de la esperanza de un nuevo superciclo de commodities liderado por China.

A medida que la dinámica del mercado interno chino se aleje de la industria pesada y la construcción, que consumieron vastas cantidades de commodities globales, hacia la fabricación de alta tecnología y servicios, se espera que la demanda de materias primas de países como Chile se modere.

Artículos relacionados

REVISTA VIERNES

Dibujó y construyó la tradición visual que revive historias

Con más de 60 años de trayectoria de la plástica guatemalteca, Roberto...

EN EL PAÍS

Arévalo se reúne con presidente del OJ

El mandatario Bernardo Arévalo sostuvo una reunión de trabajo con el presidente...

ARTES

Del paso del tiempo, la vulnerabilidad y resiliencia, escribe Ricardo Arjona en su nuevo disco

El cantautor y compositor guatemalteco Ricardo Arjona sorprende a su fanaticada con...

DEPORTES

Flick confirma que Lamine será baja en Vigo

Sant Joan Despí, EFE.- El entrenador del Barcelona, Hansi Flick, confirmó este...