Luis Rossi
A nivel mundial, cada vez nos sumergimos en la profundidad de aguas agitadas de cada una de las manifestaciones sociales, políticas, económicas, culturales y espirituales del ser humano. La juventud siendo la antesala a la etapa adulta, precisa proyección y orientación en el ejercicio de identidad en cada una de estas dimensiones.
En Guatemala, la curva poblacional por décadas parece aumentar, aunque su proceso de reversión en la línea de juventud puede aparecer cuando menos lo esperamos, tomando en cuenta que parece ser que también perdemos de vista el porcentaje de natalidad.
Actualmente el peso demográfico juvenil no lo podemos cargar de manera irresponsable. En la década de los 80 se empezó a dar atención a la juventud con la creación del Instituto Nacional de la Juventud y Deportes; luego con Conjuve, que, desde su fecha de creación, ha promovido acciones en temas específicos de juventud.
La juventud guatemalteca merece la atención necesaria, ya que así se asegurará un futuro promisorio y prevenir riesgos como adicciones y delincuencia.
Una de las insignias del Organismo Internacional de la Juventud (OIJ) es defender lo ganado, que se traduce en un cúmulo de manifestaciones con incidencia política con el firme propósito de no dejar a nadie atrás.
Fuera de presentar pronósticos complicados y hasta confusos de temática ya tratada, es importante abordar el tema del uso del tiempo; existen estudios e investigaciones valiosas que se han realizado desde Conjuve al respecto, y llama la atención que en el uso del tiempo libre muchos jóvenes al no tener acceso a la educación ni al empleo, inmediatamente son víctimas de las adicciones o del crimen organizado, pues no tienen otra opción.
Este desafiante escenario coloca a la juventud en una posición complicada, difícil de abordar y, a menudo, relegada; hubo una agrupación musical en el año 98 que escribió la canción Este tiempo, Res Q Band, que decía: “¿Cómo escapar de las estructuras que dominan los tiempos y definen la vida de los jóvenes en este caso para mal?”. Es ahí donde se resalta el papel crucial de las acciones desde el Gobierno a favor de las y los jóvenes.
Hay un verso de sabiduría bíblica milenaria que dice: Acuérdate, pues, de tu Creador en los días de tu juventud, Antes que vengan los días malos, y se acerquen los años en que digas: No tengo en ellos placer.