Ana Eva Fraile
Revista Nuestro Tiempo
Los cuerpos se arrugan, pierden facultades, y la mirada contemporánea prefiere rehuir esos signos de la vejez. Sin embargo, la fotoperiodista Susana Girón ha documentado en el proyecto Unlimited Youth la tenacidad y la alegría con la que los deportistas sénior se entregan al salto con pértiga, el lanzamiento de peso o los cien metros lisos.
El resultado no es solo un gozoso retrato del envejecimiento activo, saludable y lleno de significado, sino también un canto sin complejos a la vida como venga, hasta el final.
Durante unos segundos, todo el mundo de Teresa cabe en la bola maciza de metal que sujeta entre las manos. En ese instante no escucha lo que los médicos le aconsejaron al salir del quirófano: tras haberle extirpado los ganglios linfáticos del brazo derecho debía descansar.
Con los ojos cerrados, visualiza su próximo lanzamiento. Sueña con alcanzar la marca mínima que la clasifique para el campeonato europeo. Tampoco escucha al dolor y decide impulsar el peso con el brazo izquierdo. En el tercer intento rebasa la distancia exigida: el 5 de marzo de 2016 el marcador del recién estrenado centro deportivo de Gallur, en Madrid, anuncia 6.05 metros y una nueva medalla de oro.
La serie de fotografías que Susana Girón reúne bajo el título Unlimited Youth ofrece una mirada inusual sobre la vejez.
Teresa Liras sabía de remontadas. Fue la primera deportista máster a la que Susana Girón conoció cuando, en 2015, emprendió su último proyecto fotográfico. Llevaba la camiseta azul de su club, el Lynze Parla, y caminaba hacia el círculo de lanzamiento. Susana comenzó a documentar cómo se entrenaba en las pistas de la Escuela de Atletismo de Majadahonda. Teresa tenía entonces 66 años y sus ganas de vivir y su pasión por el deporte la habían ayudado a dejar atrás un cáncer de mama.
Al igual que ella, miles de atletas veteranos participan cada año en competiciones oficiales en todo el mundo. De hecho, son uno de los eventos que congregan a un mayor número de deportistas. Entre 2015 y 2018, Susana Girón siguió su periplo por una decena de campeonatos nacionales e internacionales.
Desde la malagueña ciudad de Antequera a Daegu, en Corea del Sur, su cámara fue testigo de cómo el compromiso, la voluntad, el esfuerzo, la capacidad de superación, el entusiasmo y la determinación de estos campeones no tienen fecha de caducidad.
La serie de fotografías que Susana Girón reúne bajo el título Unlimited Youth ofrece una mirada inusual sobre la vejez. En una sociedad que encumbra los selfis eternamente jóvenes y relega a las personas mayores al banquillo, sus imágenes son un revulsivo inconformista: muestran sin filtros cuerpos despiertos cincelados por el paso del tiempo y hablan de la importancia de ilusionarse con nuevas metas a cualquier edad.
Este relato visual nace en las pistas, pero trasciende la gesta deportiva. “Ante todo —explica Girón—, pretende ser algo inspirador, que nos invite a reflexionar sobre los modos de envejecer”.
Cada instantánea se convierte así en un manifiesto para vivir sin miedo. Y juntas se entrelazan en una ráfaga de disparos con los que la autora interpela a la conciencia del espectador. En este proyecto, Susana Girón fotografía hace entrevistas y graba vídeos con un objetivo: dinamitar los prejuicios y las barreras que estigmatizan a la tercera edad.
En un artículo para The Objective, el filósofo Gregorio Luri argumentaba que viejos ha habido siempre, pero viejos inútiles solo los hay ahora. “Pocas personas —escribió— comprenden hoy las palabras con que Platón los describe: ‘imágenes vivas de los dioses’”.
Girón hace visible su experiencia y les da voz. “No somos personas para desechar”, dicen. “Somos capaces de esto y más”, reivindican. A las nuevas generaciones les aconsejan que nunca dejen de aprender cosas nuevas, porque deberán continuar haciéndolo cuando se hagan mayores.
Continuará...