Adela Velásquez
Desde 2020, Conjuve ha fortalecido su estructura interna para abordar de manera efectiva las necesidades de los jóvenes. Para llevar a cabo esta acción, el recurso humano y el desarrollo personal desempeñan un papel crucial; dado que en la Administración Pública conviven diversas generaciones ocupando puestos clave de responsabilidad, resulta esencial destacar sus fortalezas.
Más allá de las diferencias generacionales, existe un ánimo y un interés común en destacar y alcanzar el anhelado éxito en los ámbitos laborales, profesionales y emocionales.
Diversos estudios definen a los jóvenes como “una fase transitoria de la dependencia a la independencia y a la plena autonomía”. Debido a sus características sociales, multiculturales, económicas, sociológicas y biológicas, la juventud experimenta un proceso constante de cambio y consolidación personal y social.
”La juventud no es un tiempo de la vida, es un estado del espíritu“ (Mateo
Alemán).
Esta fase es precedida biológica, física y emocionalmente por la ‘adolescencia’, una etapa que abarca desde la niñez hasta la edad adulta y representa un momento crucial para establecer las bases de una buena salud emocional.
Lo interesante de las nuevas generaciones es que compartimos sus alegrías y nos preocupamos por sus incertidumbres y tristezas. Por lo tanto, somos conscientes de la responsabilidad de contribuir a un mundo más humano, haciendo hincapié en la inteligencia emocional como una habilidad esencial que todos, independientemente de su generación, deben desarrollar.
Las generaciones se han clasificado como: “X”, que son pioneros en reconocer el trabajo en equipo y fomentar la colaboración para alcanzar objetivos institucionales, se destacan por su liderazgo transformacional; y los millennials y centenials poseen versatilidad, autoconfianza y habilidades digitales.
En definitiva, es fundamental que las instituciones cuenten con personal calificado y diverso para aprovechar las diferentes fortalezas, ventajas y capacidades que cada una ofrece. Al final del día, eso es lo que implica la Gestión del Talento Humano: retener la creatividad e innovación del recurso humano y diseñar equipos cuya combinación de aptitudes y experiencias se potencie y contribuya a reflejar claramente resultados favorables para las instituciones.