Juan Everardo Chuc Xum
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Para la Real Academia de la Lengua Española, la cosmovisión es una apreciación particular de ver e interpretar el mundo. Para los ancestros y muchos hermanos y hermanas de ascendencia mayas es una manera de ver, entender y relacionarse con el mundo, la sociedad y la historia; si la cosmovisión maya es también para relacionarse, pues la interrelación social es fundamental y de allí que el consenso es fundamental en todos los órdenes de la vida, en donde la consulta, el diálogo y ponerse de acuerdo son elementos centrales de la colectividad para mantener la armonía y el equilibrio social y con el cosmos, ahora que Guatemala transita por elecciones generales se debe de fortalecer el sistema democrático por medio del diálogo, la consulta, y el consenso en cuanto a prioridades políticas, económicas e integración de equipos de trabajo; hay que escuchar a los diferentes pueblos y sectores de la sociedad en general si se quiere ejercer gobernabilidad efectiva y de transcendencia.
La meta sigue siendo el goce de las diferentes etapas de la vida.
Los pueblos indígenas representan el 43.7 por ciento de la población en general, por lo tanto, merece ser atendida y escuchada con dignidad y prioridad, hay que cambiar la historia y darle vida a la política de aceptación de la diversidad cultural a partir de la Constitución Política de la República de Guatemala de 1985 y reafirmada con la firma de la paz firma y duradera en 1996. El artículo 66 de la Constitución reconoce la existencia de “comunidades indígenas, entre los que figuran los grupos indígenas de ascendencia maya”, y el Estado adquiere compromiso con los pueblos indígenas en: respetar y promover sus formas de vida, costumbres, tradiciones, formas de organización, uso del traje indígena en hombres y mujeres, idioma y dialectos.
La Cosmovisión maya plantea que es la humanidad la que debe de aprender por sí misma, a construir sus propias vías de desarrollo social. La meta sigue siendo el goce de las diferentes etapas de la vida, eso sí, liberado de temores y de sumisión de los esquemas estructurales violentos y que los seres humanos somos partes de la naturaleza y no en posición de dominio o control sobre ella, somos un mundo interdependiente y por eso somos un eslabón más de la red cósmica.