Lic. Francisco Leal
Dirección de Investigación, DIADI/INAP
La gestión por procesos en el sector público es una forma de planificar, organizar y dirigir los distintos procesos que componen las actividades de las instituciones estatales. Un proceso se entiende como un conjunto de tareas, procedimientos, reglas, etc., necesarias para que una entidad haga uso de los recursos de los que dispone, a fin de suministrar un servicio o producto dirigido a los ciudadanos.
Esta consiste en organizar, dirigir y controlar las actividades de trabajo de una entidad pública de manera transversal a las diferentes unidades de organización, para contribuir con el logro de los objetivos institucionales. Ello implica reemplazar la tradicional gestión funcional, que se basa en lo establecido en los instrumentos de gestión y en el organigrama de la entidad.
La gestión por procesos es uno de los pilares del moderno enfoque por resultados. Dicho enfoque consiste en reformular las instituciones que componen el Estado, eliminando problemas como la burocracia y la corrupción, a fin de obtener un uso más eficiente de los recursos públicos que permita crear un impacto positivo en la calidad de vida de la población de la forma
oportuna.
La gestión por procesos es uno de los pilares del moderno enfoque por
resultados.
Ello implica, en primer lugar, la generación de resultados favorables como consecuencia de la acción del Estado y, más específicamente, de la administración pública al interior del Estado. Y como es evidente, el enfoque es hacia los administrados, teniendo en cuenta que se deben tramitar los procedimientos y prestar los servicios con calidad, que implica la satisfacción de los
ciudadanos.
¿Qué es un proceso en la gestión pública?
Un proceso en gestión pública implica una secuencia de actividades que trasforman una entrada o insumo que puede ser una solicitud de un bien o un servicio (o input) en una salida que sería la entrega del bien o el servicio (output), añadiéndole un valor en cada etapa de la cadena. Este proceso puede ser también un procedimiento administrativo, e incluso un procedimiento institucional. En el primero, por ejemplo, el insumo sería la solicitud del administrado (si es que estamos frente a un procedimiento iniciado a pedido de parte) y la salida el acto administrativo
resultante.