Consejo Editorial Conadi
En diciembre del 2018, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 4 de enero como el Día Mundial del Braille, con el propósito de generar conciencia sobre su importancia como medio de comunicación para la plena realización de los derechos humanos para las personas ciegas y con deficiencia visual. La fecha fue elegida por el natalicio del creador del sistema de escritura y de lectura táctil, Louis Braille, el 4 de enero de 1809, en Francia.
El alfabeto braille consiste en celdas de seis puntos en relieve, organizados en tres filas por dos columnas, que convencionalmente se numeran de arriba abajo y de izquierda a derecha. Mediante estos seis puntos se obtienen 64 combinaciones diferentes. Entre las acciones que se realizan para promover la enseñanza/aprendizaje del sistema braille, el Conadi suscribió una Carta de Entendimiento con el Comité Nacional de Alfabetización (Conalfa), con el objetivo de incluir dentro de los programas de alfabetización a personas con discapacidad.
El programa fue dirigido a personas con discapacidad visual, enseñando a través de dicho método. Asimismo, la Comisión de Seguimiento del Tratado de Marrakech del Conadi continúa realizando incidencia para accesibilizar textos en tinta mediante la implementación de formatos accesibles, como el sistema braille y formatos audibles, y así responder a los compromisos adoptados por el país a través de la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad.
En Guatemala, se cuenta con bibliotecas braille; una de ellas está ubicada en la Biblioteca Nacional de Guatemala.
En Guatemala, se cuenta con bibliotecas braille; una de ellas está ubicada en la Biblioteca Nacional de Guatemala y otra en la Asociación Nacional de Ciegos de Guatemala. Espacios educativos-culturales, que conservan y difunden una colección organizada de recursos bibliográficos, informativos y didácticos, impresos en sistema braille, soportes de audio y digital.
Se tiene conocimiento de que más del 90 por ciento de los libros que se publican en el mundo, no son accesibles para los 300 millones de personas ciegas o con dificultades para acceder al texto impreso. El acceso a documentación en braille es bajo en países en desarrollo y con bajos ingresos, en donde menos de un 1 por ciento de estos se encuentran disponibles y se desconoce cuántas personas ciegas tienen conocimiento del referido sistema.