Lic. Francisco Leal
Dirección de Investigación, DIADI/INAP
La importancia de los servicios públicos: su prestación es esencial para dar cumplimiento a los fines y deberes del Estado; estos incluyen la protección a la persona, la familia, la vida, la libertad, la justicia, la seguridad, la paz, el desarrollo integral de la persona, así como la realización del bien común.
Estos fines y deberes se traducen en servicios públicos que están desplegados en toda la estructura de la administración pública en sus diferentes niveles: nacional, regional, departamental, municipal y comunitaria. Asignando para su correcta prestación: recursos humanos, materiales, tecnológicos y financieros que el Gobierno considera razonables para su correcta aplicación.
Los servicios públicos al estar directamente relacionados con la dignidad de la persona humana también se configuran como derechos fundamentales, por lo que deben ser asegurados a toda la población, garantizando su bienestar sin dejar a nadie atrás, verbi gratia, los derechos fundamentales a la salud, educación y seguridad social son también servicios públicos.
El servicio público es la actividad destinada a satisfacer una necesidad colectiva de carácter esencial.
La importancia de los servicios públicos radica, entonces, en la necesidad de satisfacer determinadas exigencias para el buen funcionamiento de la sociedad, y para favorecer y realizar efectivamente el ideal de igualdad y bienestar.
Los servicios públicos son una función de Estado, puesto que el Estado no es sino una corporación de estos, administrados por los gobernantes sobre quienes recae, a su vez, la función y la obligación de crear, organizar y garantizar su adecuado funcionamiento para garantizar el bien común de los ciudadanos.
De hecho, el acceso a los servicios públicos es uno de los múltiples factores tomados en cuenta a la hora de medir los índices de desarrollo humano (IDH).
¿Que un servicio público?
El servicio público es la actividad destinada a satisfacer una necesidad colectiva de carácter esencial, ya sea material, económica o cultural, que se presta por parte del Estado, de particulares o ambos, sujetos a un régimen jurídico que les imponga adecuación, regularidad y uniformidad del servicio, con fines sociales.