António Guterres
Secretario General de las Naciones Unidas
Cada año, el Día Mundial del Hábitat centra la atención en el estado de los asentamientos humanos. El tema de este año, Cerrando la brecha. No dejar a nadie, ni ningún lugar, atrás, pone de relieve las crecientes desigualdades de las condiciones de vida en todo el mundo.
Una cascada de desafíos, desde el caos climático y los conflictos hasta el Covid-19, golpea con mayor fuerza a las poblaciones más vulnerables. La urbanización rápida y no planificada agrava muchos de esos desafíos.
Es fundamental que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos,seguros, resilientes y sostenibles.
Más de 1 mil millones de personas viven hoy en asentamientos superpoblados con viviendas inadecuadas, y esa cifra aumenta día a día. Necesitamos una acción más urgente y una mayor inversión para proporcionar viviendas asequibles a todos, así como acceso a la electricidad, el agua, el saneamiento, el transporte y otros servicios básicos. No dejar a nadie atrás es la promesa crucial de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Implica hacer que las ciudades funcionen para las mujeres y los niños y cerrar las brechas existentes: entre quienes tienen y quienes no; dentro y entre las zonas urbanas y rurales; y dentro y entre regiones desarrolladas y en desarrollo.
Es fundamental que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles, y la acción local es clave. Las ciudades, los pueblos y las comunidades pueden impulsar soluciones innovadoras para hacer frente a las desigualdades, garantizar una vivienda adecuada para todos, hacer frente a la crisis climática e impulsar una recuperación verde e inclusiva de la pandemia.
Ello implica aplicar políticas centradas en las personas, promover modelos de consumo y producción sostenibles y priorizar infraestructuras verdes y resilientes. En el Día Mundial del Hábitat, comprometámonos a estar a la altura de nuestra responsabilidad recíproca común.