Frank Gálvez
Locutor y Periodista
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El filósofo chino Zhuangzi afirmó que la verdadera empatía requiere escuchar con todo el ser: “El oír por oír es una cosa. El atender con entendimiento es otra. Pero el escuchar con el alma no se puede limitar a ninguna facultad física, ni al oído ni a la mente.
De ahí que exija el poner en blanco todas nuestras facultades. Y cuando todas las facultades están en blanco, todo el ser escucha.
En ese momento hay una comprensión directa de lo que está justo delante de uno que nunca se podría escuchar con el oído o comprender con la mente”. Analizando esto, ¿cuál es la diferencia entre simpatía y empatía? La primera deriva de locuciones latinas y griegas que significan ‘tener un sentimiento de compañerismo’.
La empatía, por el contrario, es literalmente “sentir”: la capacidad de proyectar la personalidad de uno en otra persona y comprenderla más plenamente. Básicamente, “caminar en los zapatos de los demás”.
El propósito de la vida humana es servir y mostrar compasión y voluntad de ayudar a los demás” (Albert Schweitzer).
Sientes empatía cuando “has estado allí” y simpatía, cuando no lo has hecho. Alguien que ha perdido a uno de sus padres percibirá completamente la gama de emociones y pensamientos que otra persona siente cuando esto le sucede. Sin embargo, si alguien no ha experimentado un evento tan profundamente trágico como ese, pero conoce a una persona que sí, entiende la pérdida en sí misma, pero en términos conceptuales.
También significa que puede suponer el daño existencial sufrido; eso es simpatía.
Al ofrecer empatía, encarnamos una cualidad de estar completamente presente con lo que está vivo en la otra persona momento a momento. Por lo tanto, la empatía tiene la cualidad de seguir, más que de liderar.
Escuchar sin juzgar es clave. Tendemos a tener el hábito de analizar prematuramente usando nuestras experiencias y olvidamos que el otro no está en las mismas circunstancias que nosotros.
Recordemos que estamos ofreciendo empatía y no imponiéndola. Ya lo dijo Brené Brown, académica y escritora estadounidense, actualmente profesora e investigadora en la Universidad de Houston: “La empatía no tiene guion. No hay una forma correcta o incorrecta de hacerlo.
Es simplemente escuchar, mantener el espacio, retener el juicio, conectarse emocionalmente y comunicar ese mensaje increíblemente sanador de ‘No estás solo’”. Integremos la empatía en nuestra vida, y nunca olvidemos a quienes han caminado lealmente a nuestro lado ofreciéndonos amor y apoyo en momentos de tribulación.
