Mildred M. Trigueros Castillo
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Una de las profesiones más antiguas de la historia es la de
contador público y auditor. Si analizamos de cerca la evolución de los negocios, se observa la estrecha relación que guarda la evolución de la contabilidad y cómo en la actualidad esta profesión está siendo ejercida por jóvenes.
Los comerciantes, por conveniencia, llevaban cuentas de sus operaciones, y los banqueros, no solamente la llevaban por conveniencia a sus intereses, sino por disposición legal expresa.
Una de las funciones principales del contador público y auditor es evidenciar la razonabilidad y presentación de los registros contables, en las áreas administrativas y financieras, en los procesos y en recursos humanos, entre otras, así como soportar con documentos que amparen las operaciones realizadas.
La Política Nacional de la Juventud ha destacado la necesidad de promover el acceso de las juventudes a la educación superior.
Los y las jóvenes suelen formar parte de las diferentes profesiones. En el campo de la auditoría, es frecuente encontrar diferentes generaciones, desde aquellos practicantes centennials o millennials, hasta generaciones de mayor experiencia y edad, cada uno con diferentes criterios de trabajo, pero conscientes de que su labor debe ser exitosa.
Según el Informe Estadístico Estudiantil, presentado por la Usac en 2019, en esa casa de estudios, la Facultad de Ciencias Económicas es donde se reporta mayor número de personas hasta los 30 años.
Un contador público y auditor joven necesita ser parte de un espacio y tener la oportunidad de demostrar sus habilidades y recibir estímulos a su crecimiento profesional, no le agrada un trabajo rutinario, ni ejecutar lo mismo mes a mes; todo lo contrario, busca que lo desafíen para explotar su potencial.
Para dignificar a las y los contadores públicos y auditores de Guatemala y la labor que realizan de promover la eficiencia, eficacia y el correcto desempeño de las finanzas del Estado e instituciones privadas, el Pleno del Congreso aprobó el Decreto 16-2022, mediante el cual se declara el 1 de junio de cada año como Día del Contador Público y Auditor.
El Consejo Nacional de la Juventud se une a felicitar a las y los contadores públicos y auditores, especialmente a quienes contribuyen a que la gestión en la Administración Pública sea más eficiente y eficaz.