Héctor Morales
Oficial de Comunicaciones y Abogacía, Oficina de la Coordinación Residente,
ONU Guatemala [email protected]
Escuchamos que el Ártico se está derritiendo, que la temperatura del planeta está subiendo y que la capa de ozono se está deteriorando. Tales informaciones con terminología técnica nos son difíciles de digerir a la primera, pero al mismo tiempo nos parece que son lugares lejanos. Claro que no estamos cerca del Ártico. Vivimos en el trópico. Sin embargo, lo que cada ser humano hace en cualquier lugar del planeta tiene una incidencia en la vida. Al pensar en elementos de la naturaleza más asociados a la vida, es imprescindible hablar del aire y del agua
Cada 22 de marzo hablamos del agua. Este año nos enfocamos en las aguas subterráneas, tratando de hacer visible lo invisible”. Las aguas subterráneas son invisibles, pero sus efectos se aprecian en todas partes. Escondidas bajo nuestros pies, las aguas subterráneas constituyen un tesoro oculto que enriquece nuestras vidas. En las zonas más áridas del planeta, pueden ser la única fuente de agua al alcance de la población. Casi la totalidad del agua dulce en forma líquida del mundo es agua subterránea, y representa la base del suministro de agua potable, los sistemas de saneamiento, la agricultura, la industria y los ecosistemas.
En muchos lugares, las personas sobreexplotan y contaminan las aguas subterráneas como consecuencia de sus actividades. En otros, simplemente desconocemos la cantidad de agua que se esconde bajo tierra.
Las aguas subterráneas desempeñarán un papel fundamental en la adaptación al cambio climático. Tenemos que trabajar juntos para gestionar de forma sostenible este preciado recurso. Aunque quizá nos podamos ver las aguas subterráneas, eso no quiere decir que no debamos preocuparnos por ellas.
El agua subterránea es clave para nuestra vida: estamos llamados a protegerla.
La principal fuente de recarga de los acuíferos es la lluvia y la nieve que se infiltran en el suelo. Las aguas subterráneas pueden extraerse a la superficie por medio de bombas y pozos. Esta actividad debe ser regulada, tal como lo establece la Constitución de la República de Guatemala en el Artículo 127. Casi toda el agua dulce en estado líquido del mundo es agua subterránea. La vida no sería posible sin las aguas subterráneas. Asimismo, las aguas subterráneas son decisivas para el buen funcionamiento de los ecosistemas, como los humedales y los ríos. Las consecuencias de la sobreexplotación de las aguas subterráneas pueden ser, entre otras, la inestabilidad del suelo y la subsidencia y, en las regiones costeras, la intrusión de agua marina bajo tierra.
Hablamos de sobreexplotación cuando se extrae más agua de los acuíferos de la que se recarga con la lluvia. Muchas zonas deben encarar este problema que, si se perpetúa, finalmente supone el agotamiento del recurso. Las aguas subterráneas están contaminadas en muchos lugares y su regeneración a menudo conlleva procesos largos y difíciles. Esto aumenta los costos de tratamiento de las aguas subterráneas, y a veces incluso impide su uso.
En otros lugares, desconocemos la cantidad de agua subterránea que se oculta bajo nuestros pies, lo que significa que podríamos estar desaprovechando un recurso hídrico potencialmente vital.
El estudio, la protección y la utilización de las aguas subterráneas de forma sostenible será fundamental tanto para sobrevivir al cambio climático y adaptarse a sus efectos como para satisfacer las necesidades de una población en constante crecimiento. De acuerdo con el Marco Mundial para Acelerar el Logro del Objetivo de Desarrollo Sostenible 6, y en particular en las esferas de innovación, gobernanza, datos e información, deben adoptarse medidas urgentes en relación con las aguas subterráneas. Es importante abordar la gestión sostenible del recurso hídrico de una forma integral. La meta 6.b del ODS sobre agua busca apoyar y fortalecer la participación de las comunidades locales en la mejora de la gestión del agua y el saneamiento. No están lejos los efectos del desperdicio o contaminación del agua, todo vuelve a nosotros, por eso hagamos visible lo invisible.