Ricardo Rapallo
Representante de FAO en Guatemala
El precio de los fertilizantes se encareció globalmente en al menos 50 por ciento en solo un año. El conflicto en Ucrania, además de pérdidas en vidas, implicará mayores tensiones sobre los sistemas agroalimentarios y sobre la seguridad alimentaria a nivel mundial.
El índice de precios internacionales de alimentos que publica FAO cada mes, revela que en el último año ha habido un aumento en los precios del 20 por ciento, situándose por encima de los promedios de la última década. La transmisión de los precios internacionales a los nacionales cambia según productos y el país; sin embargo, cabe esperar que estos cambios se perciban también en Guatemala.
Según también la FAO (2015), la relación erosión del suelo – productividad, sugiere que una pérdida media mundial de 0.3 por ciento del rendimiento anual de los cultivos, ocurre por fenómenos erosivos. Según la Alianza Guatemalteca para el Manejo de los Suelos, las pérdidas de suelo por año debido a la erosión y degradación supera de los 149 millones de toneladas.
Un plan para enfrentar el precio de agroinsumos, garantizar la seguridad alimentaria y recuperar los suelos.
Siendo la vertiente del Pacífico la más erosionada (710 TM/ha/año) (MARN, 2009). De hecho, se estima que la erosión hídrica transporta fuera de las tierras agrícolas de 23 a 42 millones de toneladas de nitrógeno (N) y de 15 a 26 millones de toneladas de fósforo (P) a nivel global. Estos flujos pueden ser comparados con las tasas de aplicación anual de fertilizantes, que son aproximadamente 112 millones de toneladas de N y 18 millones de toneladas de P. Lo cual representa un costo económico de 33 a 60 billones de dólares para N y de 77 a 140 billones de dólares para el P.
La combinación de los altos precios de agroinsumos y la pérdida de fertilidad de los suelos no son buenas noticias para los productores (ni para los consumidores), especialmente para los agricultores que dependen de su cosecha para alimentar a sus familias. Por ejemplo, según la experiencia de FAO junto al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) por más de dos décadas en el oriente, la mayor parte de los productores dispone de alrededor de media manzana de tierra por familia para cultivar, y su producción promedio era de 15 quintales de maíz al año.
Según nuestras estimaciones, estas familias (promedio de seis miembros) consumen 32 quintales de maíz al año. En este contexto, si no se toman medidas, es probable que, en el corto plazo, los productores usen menos fertilizante o de menor calidad. Lo cual repercutirá en un menor rendimiento de sus cultivos, la reducción en la cantidad de reservas de alimentos y, previsiblemente, un deterioro de la seguridad alimentaria de alto número de familias.
Sin embargo, hay acciones que pueden vincular la atención a las necesidades más urgentes, con estrategias de mediano plazo que ayuden a resolver desafíos más estructurales relacionados con el deterioro de los suelos y la productividad agrícola.
Este puede ser el caso del Plan Nacional de Preservación de Suelos impulsado por el Gobierno de Guatemala a través del MAGA que tiene por objetivo, en su primera fase, de asistir técnicamente a 180 mil pequeños agricultores para contribuir al fortalecimiento de la producción de alimentos, mejorar el capital natural de los agricultores mediante la restauración y conservación de suelos y agua, y fortalecer la organización para el desarrollo.
La iniciativa incluye un sistema de registro y comunicación con los agricultores que participarán para verificar las acciones y la entrega de estipendios. Así se busca cubrir el aumento en el costo de los fertilizantes y paralelamente mejorar la fertilidad y conservación de sus suelos, la retención de humedad y la diversificación de la dieta familiar.
Compartimos las palabras del Sr. ministro del MAGA para que este plan pueda convertir la crisis en oportunidad. Cuente con la FAO para seguir apoyando los esfuerzos de Guatemala por mejorar las condiciones de vida de las familias rurales y la seguridad alimentaria del país.
