Leonel Guerra Saravia [email protected]
Desde un punto de vista bioquímico, la vida puede definirse como un estado o carácter especial de la materia alcanzado por estructuras moleculares específicas, con capacidad para desarrollarse, mantenerse en un ambiente, reconocer y responder a estímulos y reproducirse permitiendo la continuidad.
El término vida viene del latín vita, y tiene varios significados. Puede significar tanto el espacio de tiempo que transcurre desde el momento de la concepción, algún momento de la gestación o del nacimiento, hasta la muerte, que puede ser de un ente o de un ser, de un cuerpo o de un organismo, como el ser en sí.
Para algunos filósofos, la vida es un conjunto de experiencias. Dentro de esta concepción la vida no puede ser entendida por las otras disciplinas, ya que es algo que acontece, les sucede a los seres vivos; es por ello que no puede ser definida a ciencia exacta. En la perspectiva bíblica, la vida en su expresión máxima es la vida divina, el hombre que propiamente vive es el que está unido a Dios, el que vive conforme a Dios. La seguridad humana se desarrolla como concepto integral de seguridad.
Para algunos filósofos, la vida es un conjunto de experiencias.
Mientras que la noción tradicional de seguridad apunta a la seguridad y defensa de un Estado-Nación en su integridad territorial, a través del incremento de los medios militares, la seguridad humana se centra en el individuo. Este concepto de seguridad está ligada al desarrollo humano, entendido no como el crecimiento macroeconómico, sino como la ampliación de capacidades y libertades de las personas. Si bien, el nuevo concepto de seguridad se centra en el ser humano; sin embargo, los individuos no son los únicos y únicas en impulsarla.
Cada Estado y sus instituciones tienen la obligación de garantizarla y proveerla; tienen la obligación de proporcionar las medidas necesarias para que sus poblaciones cuentes con una vida digna y libre de preocupaciones. Sin embargo, la seguridad humana cuestiona las capacidades de los gobiernos para garantizar la seguridad de su población; inclusive cuestiona la voluntad de sus gobiernos de salvaguardarlos y que estos mismos no sean los que violenten el bienestar y los derechos humanos de sus habitantes.
La cooperación entre gobiernos y organizaciones, así como la sociedad civil, son importantes para fomentar la seguridad. En Guatemala nos preocupa, en algunos casos, que aparecen personas que mueren por un agresor con arma blanca, algún objeto contundente, algún proyectil, etc. Con lo anterior explicado, llamo este año a la reflexión de los que no respetan la vida, para que vivamos en paz y respetemos la vida.