Ana Contreras, asesora legal Agexport
A la hora de exportar, normalmente nos ocupa en gran medida
el cumplimiento de los requisitos regulatorios tanto de admisibilidad del país destino como de permisos y documentación aduanera, y por supuesto la calidad y precio de los productos.
Sin embargo, la realidad del comercio internacional ha cambiado y se ha transformado, demandando cada vez más que las organizaciones alcancen otras exigencias y alineen sus actividades comerciales e industriales hacia el desarrollo sostenible.
Recientemente, se han establecido nuevos estándares para el comercio con la Unión Europea, parte de estos, es la recientemente aprobada Ley de Debida Diligencia en Cadenas de Suministro en Alemania, cuyo propósito es combatir violaciones de derechos humanos fundamentales a lo largo de la cadena de suministro, velando por su protección y sancionando por su incumplimiento. Parte de este instrumento conlleva también al compromiso con la abolición del trabajo infantil y con el cuidado del medioambiente.
Los problemas del mundo son responsabilidad de todos.
En el contexto de esta ley, a partir de 2023, las empresas que tengan negocios ya sea en forma directa o indirecta con Alemania, deberán disponer de una política sobre el respeto de los derechos humanos, analizar y determinar cuáles son los riesgos y consecuencias negativas que pudieran surgir en sus operaciones, implementando medidas de prevención, gestión y reparación. Por su parte, Francia también aprobó una Ley de Lucha Contra el Desperdicio y para la Economía Circular, la cual contempla medidas que prevén nuevas obligaciones para productos importados, como el uso de empaquetados de plástico para las frutas y verduras de menos de 1.5 kilogramos.
Esta norma pretende fomentar la economía circular a través del alargamiento de la vida de los bienes de consumo para reducir las emisiones de CO2. Los problemas del mundo son responsabilidad de todos, y ahora los consumidores valoran y demandan productos y servicios provenientes de empresas comprometidas que agregan bienestar en todo su entorno, social, ambiental y económico. Diseñar e implementar modelos de gestión responsable de la empresa evitará sanciones y afianzará las relaciones con los socios comerciales.